Castiel x Sucrette

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Era un día normal para este par, bastante inusual hay que remarcar.

Llevaban aproximadamente un año de estar como unos amigovios.

Esa relación era secreta, muy pocos sabían de ella, pero todos les decían "Deberían de andar." en una conversación normal.

Pero no esperaban formalizar su relación en un momento como este.

Las palabras de respuesta de Sucrette estaban entrecortadas y llenas de gemidos y suspiros, gracias a los fuertes movimientos de Castiel.

¿Cómo llegaron a todo esto? Simple y típico: una película.

Recapitulemos desde el inicio.

(...)

Era un día normal para la joven Sucrette, sólo quería relajarse un rato en su casa viendo una buena serie mientras comía todo tipo de dulces.

Sus padres no estaban en ese momento y ella estaba de vacaciones, así que sólo se puso cómoda y disfrutó.

Su día iba perfecto hasta escuchar el timbre.

Oh, si tan sólo no hubiera ido a abrir la puerta su bella sonrisa no se hubiera borrado.

-¡Hey, tabla! ¡Salgamos!

Sucrette fruncio el ceño y cerró la puerta después de un grosero y cortante "Lárgate".

Volvió a sentarse cuando de pronto escuchó como abrían la puerta.

-¿Por qué te dije en donde estaban las llaves de repuesto? ¿¡POR QUÉ!?

-Por que me amas, pero lo niegas.

-¿Qué quieres Castiel?.- Sucrette se levantó de su asiento cruzando los brazos.

-¿Acaso éstas sorda? Quiero salir.

-Puedes salir tú solo, ¿Sabías? Ahora dejame tranquila.

-¿Ahora qué? ¿Fue por lo que dije ante ayer en esa fiesta?

-¿Qué comes que adivinas, genio?

-No me digas que...

-Esto no es un juego Castiel, de verdad me enamoré, pero al parecer tú minúsculo cerebro no logra comprenderlo...

Castiel se cruzó de brazos y alzó una ceja.- Entonces... Eso significa que no quieres salir...

-¿Vas a seguir insistiendo? ¡No quiero!

Él sonrió de lado y se acercó lentamente a Sucrette.- ¿No? - La tomó por los hombros, atrayéndola a él y la besó brusca pero lentamente. Sus besos eran adictivos, casi como un cigarrillo.

La castaña comenzó a retorcerse en los brazos del contrario pero todo esfuerzo era en vano, poco a poco, dejó de resistir ante la tentación y siguió el beso, profundizándolo.

Después de un un rato de jugar entre ellos con sus bocas, comenzaron a usar la punta de sus lenguas. A lo que Sucrette dió pequeños jadeos mientras tomaba con fuerza la camisa de Castiel.

Ambos se separaron lentamente, estaban sonrojados y tuvieron un momento íntimo, joder, Sucrette amaba y odiaba esa sensación de calidez cuando la besaba.

-¿Y ahora?

-... De acuerdo... Pero dejame arreglarme, ¿Si?

Castiel sonrió con malicia y asintió con la cabeza.

Veinte minutos después Sucrette salió de su cuarto, lista para irse, al momento de acercarse a Castiel el estaba asombrado por como estaba ella.

-¿Demasiado para ir al cine...?

ONLY YOU |CastielxSucrette (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora