Holis! Esta va a ser una mini-historia InuKag espero que les guste 😜.
-Maldita sea Kagome, debes dejar de comer o ya no podre levantarte- la tiro al suelo, sin demasiada delicadeza, y saltó al arbol sobre ellos.
-¿Nos quedamos aqui?- Sango la miro algo confundida, estaban muy cerca de la aldea de la anciana Kaede, mientras Kagome se levantaba del suelo y sacudía su falda del uniforme.
-Parece que si- miró con el ceño fruncido hacía donde InuYasha estaba.
-¿Han peleado?- ella negó con la cabeza.
-No se que bicho le ha picado. Ha sido muy grosero, más que de costumbre.
-Ya sabes cómo es, no lo tomes contra ti.-consoló la exterminadora, mientras Kagome miraba con tristeza en dirección al medio demonio.
-Señorita Kagome, InuYasha daria su vida sin dudarlo dos veces, solo es su mal humor- intervino Miroku.
-Eso no le da permiso para tratarme así, sabiendo cuanto me lastima eso.
Shippo hizo una mueca de enojo.
-Perro tonto, todos sabemos que estas enamorada de él, menos él.
Kagome se sonrojo furiosamente, pero ese comentario solo la entristeció más.
-Lo sabe, solo que no le importa.-suspiró- Creo que iré a mi tiempo, unos días.
-Un buen momento no hemos tenido noticias de Naraku por un tiempo-todos se debatieron entre si eso era una buena o mala noticia.
Tomo su mochila casi vacía, se despidió de todos y caminó en dirección a la aldea.
-¿Dónde crees que vas?- la voz molesta de InuYasha la detuvo.
-A mi casa, hace mucho que no voy-respodió secamente, estaba furiosa.
-No vas a irte a jugar a tu tiempo, vas a quedarte aquí.
-¿Porqué?
-Porque yo lo digo- Kagome esbozó una sonrisa.
-ABAJO.
El medio demonio se estrelló contra el piso, mietras ella siguió con paso decidido y no se detuvo hasta llegar al pozo.
Estaba por tirar su mochila, cuando sintió un piquete en el cuello.
-Anciano Myoga-bse disculpó por haberlo aplastado- ¿Qué hace aquí?
-Su sangre siempre tan deliciosa, señorita Kagome, ¿Se irá?
-Por unos días, InuYasha está demasiado irritable.
-Es comprensible, dado su estado.
-¿Estado?- Myoga negó con la cabeza.
-Era predecible que el amo InuYasha no diría nada. Vera, señorita Kagome, cuando los Inu Youkai llegan a la edad adulta, en la que empiezan a considerarse hombres...sus instintos empiezan a pedirle ciertas cosas.
-¿Ciertas cosas?- la pulga sonrió, como si hubiese esperado que Kagome le hiciese esa pregunta.
-Empiezan a tener épocas de celo, unas semanas al año hasta que tomen una compañera.
Kagome se sonrojo, entendia lo que aquello significaba.
-Una compañera es como una esposa ¿verdad?- pensó en Kikyo, quizás InuYasha estaba enfadado por que ella había fallecido y no podría tomarla, o lo había echo...un hueco en su estomago se formo al dudar hasta donde habían llegado ellos dos.