65# Pequeña picarona

127 5 2
                                    

Narra Juan Luis

-¿Ya sabes algo de ella?- le pregunté a Junier.
-No.- dijo cortante, el no paraba de mirar y teclear en el ordenador.-Juan,- me llamo- yo también quiero encontrarla créeme.-
-Lo se.- sabía que él solo me trataba de animar, pero que el dijera esas palabras causaba mucha rabia en mí.-La extraño.-
-Yo también.-
-¿Crees que ella esté bien?-
- El "la ama", así que lo más seguro es que no le haya hecho nada.- «¿Como se puede comportar de esta manera?»
-Parece que no te importa.- dije fríamente. Cerró el ordenador, se levantó de golpe y me miro a los ojos de forma repulsiva.
-Juan Luis, Juan Luis, Juan Luis...- se acercó más a mi.- No me toques los cojones, por qué puedo convertir tu vida en un infierno.- dijo con una sonrisa macabra, me agarró de la camiseta y me levanto del suelo.
-Ya la convertiste en un infierno, cuando te la llevaste.- lo mire fríamente, el me soltó bruscamente, cayendo yo al suelo, se volvió a dirigir al escritorio y volvió a concentrarse en el ordenador.

«Te encontrare princesa. Y en cuanto te encuentre, no volveré a perderte. ¡Jamás, de los jamáses!»

Cogí mi móvil y observé la foto que tenía de ella durmiendo. Recordé ese día a la perfección.

Flash Black

_______ está durmiendo con Maki al lado, es tan tierna, tenía su suave y fina espalda desnuda, la sábana solo la tapaba de los pechos hasta el principio de sus muslos, le hice un par de fotos ya que no me pude resistir, en la última salió el flash, lo que hizo que Maki se despertara y se volviera a acomodar junto a mi princesa.
- Maki no et moguis.- dijo ella en mallorquín. Me hacía tanta gracia su acento cuando hablaba en ese idioma. Me acerqué a ella e hice un camino de besos desde la parte baja de su espalda hasta detrás de su oreja.
-Princesa, tienes que despertar.- se giró hacia mi, tenía sus oscuros ojos cerrados, sus largas pestañas rozaban su piel y sus labios permanecían sellados.
-¡No me amas!- exclamó mientras hacía un puchero con sus deliciosos labios.
-¡Lo hago!- la contradecí mientras rozaba mi nariz contra la suya.
-¡No es cierto! Si lo hicieras me dejarías dormir y me despertarías con el desayuno en la cama.-
-No creo qué a Sabrina le haga mucha gracia, que me ponga a cocinar en boxers.-
-¿Quien no te querría ver en boxers?- sonreí.
-Puede que ella.-
-¡Tonterias! Todo el mundo te quiere ver en boxers.-
-¿Tu también?-
-Yo siempre.- dijo, mientras abría sus preciosos ojos por primera vez hoy.
-Mi pequeña picarona.- dije sonriendo.
-¡Yo no soy picarona tú eres el que ya provocando por ahí!-
-¿Solo yo voy provocando?-
-Sip.- dijo remarcando la p.
-¡Mentirosa!- subí encima de ella.
-¡Es verdad!- chillo mientras soltaba una carcajada.
-¿Y cuando duermes con solo una camiseta de tirantes y unas bragas? ¿Eso no es provocar?- rocé mi nariz contra la suya.
-No, si quisiera provocarte dormiría en ropa interior de encaje.- reí.

Fin del flash back

Sonreí ante ese hermoso recuerdo.

Hola mis hermosas/os lectoras/es.
Por fin volví.
Ya falta menos para el fin del secuestro (después de más de media novela, con nuestra protagonista secuestrada).
¿Hago un capítulo narrado por Sabrina?

Voten y comenten.
Les deseo un espectacular día ❤

El Vecino De Al LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora