[Después del video de Kiwi]
Tras sacar las últimas manchas de sus mejillas, Harry felicitó a su hija.
–Papiiiiiiiii, ¿podemos hacerlo también en casa?
–Darcy, no.
–¿Por quéééééé? –Su voz indicaba un berrinche próximo–. Papá estaría de acuerdo.
–Lou siempre estará de acuerdo con todas tus ideas que impliquen un desastre.
–¡Pero fue genial! Y quiero que papá vea lo divertido que fue.
–No. Y es mi última palabra.
Un Jeep Grand Cherokee 2011 se acercó y tocó la bocina al estar a unos pocos metros de distancia.
–¡Papááááááá! –Gritó con emoción mientras el auto se estacionaba frente a ellos.
Louis se bajó del auto, sonriente.
–Darcy, te ves preciosa –le alagó mientras la abrazaba, para luego acercarse a su esposo–. Pero no más que tú, Hazz –dijo para luego darle un beso en los labios.
–Papááááááá, ¿¡Podemos hacer una guerra de cupcakes, como en el video!?
–Pregúntale a papá Harry –le dijo con un guiño, que era un rotundo sí.
»Vamos. Muero por llegar a casa para estar con mis tres amores.
–¿Ethan está en el auto? –Preguntó con emoción mientras se acercaba a la ventanilla trasera del auto, intentando ver su interior.
–Sí, pero no lo despiertes, sabes lo mucho que cuesta que se duerma –dijo el ojiazul, para luego abrirle la puerta a su princesa.
Harry abrió su puerta, se sentó en el asiento del copiloto y volteó a ver a su hijo menor. El bebé de nueve meses descansaba en su asiento.
El mayor se subió en el asiento del piloto y emprendieron la marcha.
A casa.