Libertad

85 5 1
                                    

Narra Patricio: 

     Caminaba entre la gente siguiendo a Zoe. 

- Chicas -llamó a sus amigas-.

-Buenas noches, señoritas -las rubias me miraron y sonrieron-. ¿Me permiten llevar a su amiga a pasear? -se miraron entre ellas, miraron a Zoe, que estaba con una sonrisa y después asintieron-. Que pasen una linda noche, entonces -les guiñé un ojo-.

-Gracias, igualmente -rieron-.

-¿Vamos? -le di mi mano a la morocha que la aceptó sin dudar. 

   Caminamos entre la gente hacia la salida del bar. 

-¿Querés que vayamos a pintar unos murales?

-Sí -sonrió-. Me encanta pintar

-Pero con aerosol...

-Nunca lo hice... 

-Vení -compramos dos aerosoles negros y nos metimos en un callejón de por ahí-. ¿Haces los honores? -le señalo la pared blanca-.

-Está bien -se acercó y comenzó a mover su mano trazando letras y palabras. Se movió y dejó ver: "La gente no cambia porque sí-.

-Muy bien -sonreí de costado. Me acerqué a la pared del frente y escribí: 

"Soy un fugitivo eterno y nunca pido perdón"-.

-Genial -dijo riéndo. Su inocencia me mata, es hermosa-.

-¿Vamos a bañarnos al río?

-Pero no se puede...

-Nadie se va enterar -me mira a los ojos y sonríe de lado-. 

-Está bien.

   Corrimos hasta el río , que estaba a menos de 3 cuadras. Llegamos a la orilla y me saqué las zapatillas. Ella repitió mi acción. Me saqué la remera y la tiré a un costado. Zoe se me quedó viendo.

-¿Y? -la animé para que me acompañara-.

-Es que me da vergûenza -miró al piso, sonrojada-.

-No te preocupes... Si querés, tirate con ropa y todo.

-Ok-sonrió-.

-A la cuenta de 3

-1

-2 

-3  -saltamos desde lo alto y caímos de golpe en el agua-. Wow, genial- dijo ella, moviendo las piernas para no hundirse-. 

-río y le tiro un poco de agua en la cara y ella me la devuelve. Le tiro un poco más de agua y pierde la estabilidad. El río es bastante hondo, y más para ella, que es bajita. La agarro de la cintura para que no se hunda y la traigo cerca de mí-. ¿Todo bien? -le sonrío tiernamente-.

-Todo bien -la miro a sus ojos hermosos. Verdes, miel, azules, lo que sea... Ese color no lo tiene nadie. Extrañaba verla, escucharla, extrañaba su inocencia, sus ojos, sus labios, su pelo negro y largo que cae hasta su cintura.  

Quiero mostrarle quien soy, sé que ella nunca juzgaría a nadie. Es la persona más buena, pura, inocente que conozco. Ella no tiene doble cara... Quiero tenerla conmigo para siempre, pero le voy a hacer un daño enorme, le arruinaría la vida...

<<A la mierda, Patricio>>

Nos fuimos acercando, la agarré suavemente de la mejilla y uní nuestros labios.

Nuestras lenguas bailaban y se acariciaban. Su sabor era dulce. Creo que mi próxima droga...

Nos separamos por falta de aire. 

-Tengo frío -se sonrojó-. 

-Vamos, hermosa -salimos del agua y nos pusimos las zapatillas-. Sacate la remera y ponete la mía, así no te hace tanto frío.

-Pero, ¿no te va a hacer mal a vos? -siempre pensando en los demás, es tierna-. 

-No, quedate tranquila -le sonreí.

   Se sacó la remera azul que llevaba, dejando a la vista su corpiño negro que sujetaba esas hermosas curvas. Realmente era linda. Se puso mi remera, que le quedaba como 5 veces más grande.

-Gracias.

-No es nada -nos dimos la mano y comenzamos a caminar hacia su casa. La verdad que mi remera le quedaba mejor a ella.

  Cuando llegamos, me invitó a pasar y me dijo que sus padres no estaban, que habían salido juntos y no volvían hasta el otro día. 

-¿Querés tomar algo? 

-Un café, si es posible -respondí, con una sonrisa. 

  Puso a calentar el agua. 

-Me voy a cambiar y vuelvo, así te doy tu remera. 

-Está bien -subió las escaleras, moviendo delicadamente sus caderas. A los pocos minutos, bajó con un short negro y una remera corta, ya que dentro de la casa hacía calor. 

-Tomá -me dió mi remera y me la puse. Sirvió los cafés y nos sentamos en el sillón. 

Hubo un silencio, pero no incómodo.

Me puse a pensar en cómo le diría que me persigue la policía, que no soy el chico bueno y dulce que era antes... Me puse muy nervioso.

-Zoe, ¿qué harías si te dijera que yo no soy quien pensás que soy?

-¿Quién sos?

-No me contestes una pregunta con otra, por favor...

-Para mi sos un buen chico, super divertido, inteligente -negué con la cabeza-.

-Zoe, en este tiempo que no me viste estuve haciendo cosas, y no precisamente buenas... 

-¿En qué estás metido, Patricio? 

-Me busca la policía por secuestro de armas y robo de plata -ella me miró seria un rato al igual que yo ella...Zoe pensaba, o eso creo-. 

-Yo diría que hagas lo que te haga sentir bien... ¿Sentís culpa?

-No -por mi boca se asomaba una leve sonrisa-. No soy el mismo de antes, Zoe... Por eso quiero decirte algo: Si no queres estar relacionada conmigo ni tener problemas, me voy, hacemos como que nunca nos vimos, vos y yo no nos conocemos...

-Mi vida es demasiado aburrida, además no puedo dejarte ir. Con vos pasé muchos momentos lindos de mi vida, no puedo hacer que nunca te volví a ver, ni menos dejarte ir. Sufrí mucho cuando te fuiste, te extrañé - eso fue lo más lindo que alguien me pudo decir. Y mas saliendo de su boca. Dejé la tacita de café en la mesa y la besé...

 Dejé la tacita de café en la mesa y la besé

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

xfugitivax


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 13, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Fugitivo [Patricio Sardelli]Where stories live. Discover now