Espero que guste.
1 de enero del 3020
Querido y nuevo diario.
Hoy es primero de año y en vez de estar con mis amigos disfrutando de este día, me encuentro encerrada en mi habitación, escribiendo en un libro mis pensamientos, por recomendación de mi mejor amiga Eugenia, Kena como le llamamos cariñosamente. Esta me dijo que si quería entenderme a mi misma, primero tendría que conocerme un poco más, así que he decidido empezar.
Me presentaré, me llamo Bella de las Nieves, nombre estúpido que mi madre escogió para mí. Se que tras ese nombre hay un significado para ella, puesto que no hace nada, que no vaya con segundas y aunque puede llegar hacer muy irritante, es la mujer más cariñosa que jamas conoceré.
Mido uno setenta y ocho, siempre me he quejado por ser tan alta. Odié en el colegio cuando se burlaban de mi altura, pero llegó un día que dejó de molestarme, pues siempre me sirvió en los deportes. Mi piel es color chocolate con leche, como me decía mi abuela de pequeña y siempre he imaginado que soy adoptada, ya que mis padres son blancos. A los quince le pregunté a mi madre y esta lo negó rotundamente, alegando que su padre era negro, que lo había heredado de él. No he querido seguir preguntando y por otra parte le creí ya que mis ojos son azules como los de mí abuela. Lo que más me gusta de mí es mi cabello, oscuro como una noche sin estrellas y largo hasta la altura de las caderas. Lo que menos me gusta es mi trasero, un poco grande y gracias a él he tenido problemas con algún que otro pervertido en la universidad. Intentaba esconderlo de alguna manera, pero mi pequeña cintura hace que resaltase más y a eso tengo que agregarle el abundante pecho.
Nunca he necesitado nada, siempre he vivido como he querido sin dar ni tener ninguna preocupación. Aún a mis veintiún años vivo con mis padres, aunque mi casa es independiente, con un gran jardín y la piscina que divide las dos casas. Tengo una enorme cachorra Husky llamada Hanna y mi amado Dodge Charger rojo, un regalo de mi padre por mis calificaciones del año pasado.
Siento que para mi edad soy afortunada, pero me falta algo. Nunca he sabido que es, solo que siento un gran vacío dentro, como si necesitase que algo o alguien lo llenara.
Jamás he tenido interés sentimental por otra persona, es aburrido y tedioso tener que cuidar o depender de otros, además siempre he puesto como prioridad los estudios y gracias a ello llevaba tres años adelantada a mi curso. Este año al fin terminaré la carrera y podré encontrar el trabajo de mis sueño o simplemente crear mi propia empresa. Llevo tiempo pensándolo y creo que al final hablaré con Kena para que nos hagamos socias en nuestra propia clínica. Nos gusta ayudar a los más necesitados, ella a su corta edad de veintisiete años ya es cirujano jefe en el hospital más grande de New City y ya ha hablado con sus jefes para que me dejasen hacer las practicas en ese hospital, era algo que siempre le agradecería, ya que es mi sueño poder formar parte de su equipo. Sé que con ella voy aprender mucho y será una gran experiencia para mi curriculum, pero aún con todo eso, dentro de mí hay algo que espera muchas otras cosas. Siento que en alguna parte alguien me está buscando y la sensación cada vez es más fuerte.
No sé lo que es o quien pudiera ser, pero siento como mi cuerpo reclama algo que le pertenece y trato de encontrar lo que estoy buscando, pero ni yo misma sé que es eso. Tengo la sensación frustrante de querer tener algo que no sé que es y después están esos sueños.
Cada noche sueño que me despierto en un bosque oscuro que solo es iluminado por la enorme luna que me mira desde el cielo y comienzo a sentir la necesidad de correr. No sé hacía donde, solo siento que sino escapo algo va atraparme y eso me causa terror al igual que excitación.
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Búscame en tus sueños.en
RomanceEn proceso. Solo decir que es contenido adulto y contiene sexo H/H, M/H y H/M/H. No apto para menores de 18. Los personajes y lugares no son reales.