"Vacío"

-Muy bonito poema Minhyun, puedes pasar y tomar asiento con tus compañeritos.-Dijo la señorita maestra.

El pequeño rubio sonrió ampliamente y se dirigió a su lugar.

-Como ya saben-continuó ella-estamos próximos a las vacaciones navideñas…

Los pequeños exclamaron alegremente, interrumpiendo a su maestra.

-Niños, por favor...-la señorita maestra intentaba por todos los medios tranquilizar al numeroso grupo de chiquillos. Muchos maestros huyeron de esa clase porque “simplemente son incontrolables”, pero para ella eran lo más hermoso.

Mientras todos hablaban sin parar sobre sus planes para navidad, un pequeño de pelo azul permanecía sentado, con su uniforme perfectamente planchado y totalmente limpio. Un ceño fruncido en concentración adornaba su carita. Sus rasgos eran suaves y a la vista de Ren, lucía muy bonito.

-....y luego quiero tomar chocolate caliente, ¿tú qué harás Rennie?..., ¿Ren?..., ¡Choi Min Ki!- el pequeño pelirosa casi cae al piso por la impresión, pero Minhyun se sentía bastante ofendido por su desconsiderada falta de atención hacia su persona.

-Lo siento Minnie, ¿qué decías?-acompañó sus últimas palabras con un ligero bostezo, no podía dormir bien porque en las noches soñaba con un niño de cabello azul.

-No me estabas escuchando-dijo indignado mientras cruzaba sus delgados bracitos.-Eres mal amigo-concluyó desanimado esbozando un puchero.

-Lo siento, estaba distraído, ¿qué me decías?

Minhyun rodó los ojos y se dispuso a repetirle todo. Desde la deliciosa cena que había planeado con su madre, hasta las mañanas divertidas que pasaría con su papá y su amigo Aron.

-No sabía que él fuera tan bueno.-Dijo con bastante intriga.

-¡Sí, lo es y mucho!-exclamó emocionado.

-Me gustaría jugar con él también.

El pequeño rubio frunció sus ceño en desagrado pero el pelirosa se le adelantó.

-Tranquilo Minnie, no me gusta Aron.

Minhyun relajó sus facciones pero solo para poner una carita triste.

-Creo que no me dará regalo para navidad.

-No te preocupes, ya verás que si, y si no, yo te daré una caja completa de Pocky.-Ren extendió sus bracitos dando a entender a su lindo amigo lo grande que sería el regalo. Minhyun volvió a sonreír tan brillantemente como siempre.

-Gracias Rennie, eres tan buen amigo, te quiero mucho.

-Niños, no me hagan repetirlo de nuevo-dijo seriamente la señorita maestra.

Todos guardaron silencio, permanecieron en sus lugares y prestaron toda su atención a la maestra.

-Como decía, pronto vendrán las vacaciones de navidad, y como cada año, vamos a preparar un regalo para una persona especial. Este año será diferente, no prepararemos regalos para los padres.-¡oh!, dijeron los pequeños al unísono. No podían salir de su asombro, si no darían regalos a sus padres, ¿a quién los darían entonces?-Cada uno de ustedes preparará un regalo especial para ese amigo especial.-Concluyó la maestra.

Los niños empezaron a murmurar y a mirarse unos con otros, con la ilusión dibujada en sus rostros.

-Señorita maestra-dice Aron levantando su manita-¿eso significa que nos podemos confesar?-¡Uh!, secundan sus compañeritos. Minhyun se sonrojó y Ren lo notó.