1

488 65 0
                                    

A las afueras de la cuidad de Seúl, una bodega estaba en silencio absoluto. El único ruido que se podían escuchar era el viento pasando por el follaje de los árboles, así como los diferentes animales y criaturas que rondaban por las cercanías en una plácida noche oscura y fresca para salir de sus escondites y empezar sus tan ansiadas actividades nocturnas.

No obstante, esa atmósfera que incluso parecía estar congelada en el tiempo, fue destruida a basa de los ruidosos estruendos causados por algunos disparos que pasaron velozmente de diferentes fuertes que no dejaron en claro que es lo que sucedía.

Aparentemente, algunas criaturas que paseaban por el lugar no estaban dispuestas a solo corretear entre la hierba, tenían mejores planes.

Desde la planta baja hasta el último piso había cuerpos en el suelo. Desde la puerta trasera hasta cada rincón de la edificación, podrían encontrar pistas de que algo terrible había sucedido. Una escena que podría revolver el estómago a cualquiera.

No obstante, después de que los disparos se escucharan por todo el lugar tan solo unos minutos antes, nada parecía asustar al trio de personas que dentro de una habitación que parecía pertenecer a el área de seguridad de la edificación, rodeados de computadores y del propio circuito cerrado.

—¿Ya?

Era la quinta vez que preguntaba lo mismo.

—No.

Y siempre era la misma respuesta.

—¿Ahora? —

—No. — Cada vez más impaciente.

—¿Ya?

—Hobi, ¿puedes callarte? — dijo ya molesto el que no había dicho nada desde que habían ingresado a la sala, ya estaba algo sofocado y realmente oír a su hermano repetir la misma pregunta una y otra vez de esa manera tan impaciente ya le estaba haciendo perder parte de los estribos.

—Tu novio no se apura, Suga. Estoy aburrido ya quiero explotar el lugar. — dijo con una gran sonrisa agitando un detonador remoto cuadrado con un interruptor protegido por un pequeño seguro, que podría ser tan fácilmente removido.

—Dejalo trabajar, hermanito; Jin necesita tiempo y que no lo molesten, y por milésima vez, no juegues con esa cosa, es peligroso. — reprendió.

—Gracias cariño. — dijo sin quitar la mirada del computador.

~Ya terminé. ~ hablo una voz por los radios de los tres. ~¿Qué tal ustedes?~

—Aún falta, pero Hobi no se calla. — habló el joven con el cabello gris despeinado bastante despeinado que se había dado la tarea de mantener a su hermano a raya.

— Y... Listo. — tomo el disco duro y el pendrive. — Larguémonos de aquí.

—Al fin. — dijo el menor de los tres que se apartó el cabello del rostro y miró ansioso el llamativo interruptor en sus manos.

Corrieron hasta las escaleras encontrándose a un joven alto de cabello verde ceniza recargado en el barandal metálico, llevaba al igual que Suga y Hobi un chaleco antibalas sobre la ropa.

—¿Todo listo? — preguntó.

—Si RM. — dijo Jin alegremente. — Las transacciones están hechas y la información aquí — mostró la USB así como el disco duro—; sin olvidar, cámaras de vigilancia desactivadas y grabaciones borradas. No hemos estado aquí.

—No hay sobrevivientes que nos molesten. — dijo Suga metiendo las armas a sus fundas en el cinturón.

—Y los explosivos solo están esperando. — J-hope guiñó un ojo con autosuficiencia en su rostro, bastante orgulloso de su trabajo.

Gatos y Ratones. BTS Sujin/JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora