CAPITULO 1

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Mi familia y yo vivimos en lo profundo del bosque en una gran mansión, mi madre era la más bella de las mujeres, mi padre contaba como todos los hombres suspiraban por ella y que aún no entendía como ella se fijó en un hombre como él; mi padre por su parte tampoco se quedaba atrás él era alto acuerpado y blanco con una sonrisa y una personalidad encantadora.

Mis padres tenían mucho dinero por los buenos negocios de su familia, así que llego el momento en el que ellos tenían que hacersen responsables de las empresas así que en ocasiones teníamos que ir a la ciudad y quedarnos unos días allí.

Disfrutaba mucho la ciudad ya que en sus tiempos libres nos llevaban al parque de atracciones a muchos juegos con mi hermano mayor, como olvidar todas las maldades que hacíamos, papá y mamá nos amenazaban con llevarnos a un internado para que hiciéramos nuestras travesuras y discusiones lejos de ellos, mi hermano y yo éramos como perros y gatos, pero al final terminábamos jugando y riendo como si nada pasara sin ni siquiera pedir disculpas yo lo llamo tiempos locos, aunque seguimos siendo así.

No mal recuerdo fue como un martes o miércoles tipo 10 de la noche Sali de mi cuarto a tomar algo ya que el agua que tenia en mi cuarto la había terminado, mis padres estaban en la sala teniendo una conversación no les preste atención y seguí bajando las escaleras sin hacer ruido hasta que mi madre dijo.

-Que vamos hacer cariño, crees que sea mejor que nos marchemos lejos – lo dijo muy angustiada y bajo asegurándose de que solo mi padre la oyera pero fallo en eso ya que escuche yo, me senté silenciosamente en un escalón y puse atención a que se referían mis padres no tenían problemas o enemigos o eso creía yo, en la escuela nos mostraron una pequeña serie animada de como todas las personas tenían enemigos, no importara quien fuese siempre había alguien quien envidiara la buena vida de otros, no los culparía mis padres lo tienen todo o eso veo yo.

-Por el momento es mejor que volvamos a la mansión del bosque me encargare de mejorar la seguridad allí, aquí no estamos seguros – al decir eso mi padre me sentí de alguna manera muy asustada así que olvide el hecho que tiempo atrás tenia sed y volví a mi habitación.

Porque mi padre diría que estamos en peligro aquí es más que obvio que nos esconden algo muy grande pero que será, de tanto cuestionarme quedé dormida, al despertar mi madre nos tenia ya el desayuno mi hermano seguía durmiendo como siempre así que tuve que ir a despertarlo, al subir y entrar a su habitación era un completo desastre todos sus juguetes como ropa por todas partes.

-Levántate gusano el desayuno ya está- le quiete las cobijas pero seguía profundamente dormido pensé en el método de tirarle agua en la cara pero la ultima vez no me fue nada bien para nada bien, así que decidí por coger una de las trompetas de juguete que estaban en el suelo y la aproxime a su oído y sople lo suficiente fuerte para que el despertara.

-Mocosa como te atreves- en el momento en que dijo eso supe que estaba en peligro así que corrí lo más rápido posible a la cocina de esa manera no podría hacerme nada, pero como soy mas pequeña y torpe tropecé y me alcanzo.

-Como te atreves a despertarme de esa manera, veo que se te a olvidado respetar a tu hermano mayor- el se puso encima de mi y con sus piernas sujeto mis brazos para que no pudiera impedir lo que me iba hacer, cogió mis cachetes y los pellizco tan duro modo pudo, yo por mi parte no iba a gritar ya que cuando estuviéramos solos arreglaríamos todos los asuntos pendientes.

-Porque tienes los cachetitos sonrojados paso lago- pregunto mi padre.

-No paso nada, simplemente me dio mucha risa ver a mi querido hermano- lo mire y el puso los ojos en blanco- dormir como un pequeño gusano indefenso.

No Saltes yo te salvare        ( Yoongi y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora