Soy JongDae, pero díganme Chen; digamos que no me agrada demasiado mi nombre. Tengo 12 años, cumpliré los 13 este año. Las personas dicen que no parezco un niño de mi edad, siento que no soy normal. Eso nunca me había preocupado, la verdad, hasta que terminaron las vacaciones.
— Mamá, necesito hacerte una pregunta... —le dije a mi madre que estaba en el sofá y ella me miró.
— Claro, Chennie —me dijo con un tono feliz.
— Yo...¿Soy normal...? —dije casi murmurando.
— ¿A qué te refieres? —dijo curiosa.
— ¿Por qué todos van a la escuela y yo no? —dije mirándola a los ojos y ella se quedó en silencio un rato, luego soltó un suspiro.
— ¿Quieres ir a la escuela, hijo?.
— No lo sé. Yo quiero saber por qué no voy, como todos los niños.
— Hijo...no entenderás...
— Bueno...pero, ¿Me lo dirás?.
— Si vas a la escuela, te lo diré. ¿Sí? —dijo tratando de sonreír, pero en su rostro se notaba que estaba preocupada y triste. Supuse que por mi culpa.
— Quiero ir a la escuela.
* Semanas después *
— Chennie...es hora de ir a la escuela... —sentí como la dulce voz de mi madre me despertaba.
— ¿Qué hora es? Es muy temprano...
— Las 06:30 de la mañana, es hora de ir a la escuela. Si no despiertas pronto llegarás tarde, y eso no es nada bueno.
— No sabía que tenía que ir a la escuela tan temprano...no quiero ir.
— Pero ya está todo listo, hijo. El sueño se te pasará en las clases, tranquilo.
Me levanté, me tomé una ducha, me vestí, desayuné, me lavé la cara y me cepillé los dientes para irme.
Cuando subí al auto de mis padres, sentí un dolor en mi estómago que nunca había sentido antes.
— Mamá, me duele el estómago... —le dije a mi madre que estaba en el asiento del copiloto.
— Seguro son los nervios, pero se te pasará muy pronto —sonrió.
No estaba muy seguro, pero asentí. Todo el camino me dediqué a ver a través de la ventana. Había mucha gente, la mayoría, niños y niñas con sus mochilas dirigiéndose hacia su escuela, supuse.
— Llegamos —dijo mi madre y se bajó del auto, me despedí de mi padre y junto a mi madre fuimos hacia la escuela. Mi madre me enseñó la sala de clase en la que me tocó y luego se fue dejándome en la puerta de esta. Nervioso y aún con un leve dolor de estómago, entré. Algunos chicos fijaron su mirada en mi, pero luego siguieron en lo suyo; lo cual me alivió, lo que menos quería era ser el centro de atención.
Elegí un puesto y me senté a dibujar, amo hacerlo.
Luego, entraron dos chicos y uno puso sus ojos sobre mi, lo que me puso nervioso al instante y comencé a sudar un poco.
— ¿Eres nuevo? —dijo el chico que estaba observándome.
— Eh...s-sí
— Es difícil ser nuevo... —suspiró.— ¡Soy MinSeok, un gusto! ¿Cuál es tu nombre? —su tono de voz me alegró y subí mi cabeza para ver al chico.
— Soy JongDae, pero dime Chen. Un gusto igualmente —sonreí.
— Eres realmente tierno cuando sonries —dijo devolviéndome la sonrisa y me sonrojé al instate.— ¿Pasa alg...? —no terminó de hablar cuando el otro chico que había llegado con él, lo tomó de la muñeca y lo arrastró.
'¡Bueno, pero cálmate, Luhan!'; es lo último que logre oír de la linda voz de ese chico, 'Minseok'
No ocurrió nada interesante en clases, así que me dediqué a dibujar. Luego de una hora y media, el timbre sonó y algunos chicos salieron corriendo de la sala, desconozco por qué. El chico que me habló volvió a mi mesa.
— Hola, Chen. —dijo sonriendo.— ¿Quieres juntarte conmigo y con Luhan?
— ¿Puedo? —dije asombrado.
— Claro que sí, vamos. —tomó una de mis manos y entrelazó sus dedos con los míos, para luego levantarme de mi lugar e ir al amplio patio junto a ese chico.
El día fue genial, hice dos 'amigos'. Realmente pensé que sería mucho peor, pero no.
no c pq publico esto, cjau, me boi. /irse
