Superarte, costó. Costó mil lágrimas, costó cien noches sin dormir, y cien días sin ver la luz del sol. Superarte costó lunas y soles. Costó silencios y gritos. Costó besos ajenos de bocas desconocidas y abrazos fríos de personas que jamás amé. Superarte costó letras y poesía amarga. Superarte costó café cada día y alcohol cada fin de semana. Costó horas de distracción barata haciendo cosas que una persona con el corazón sano no haría. Superarte costó lectura y escritura. Superarte costó sufrir profundamente cada vez que algo me hacía recordarte. Superarte me costó media vida.
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Putrefacta poesía
PoetryMelancólico joven de 17 años, fumador adicto, bebedor de tristezas y pensamientos, poeta de madrugadas y medias noches. Vestigio de la muerte, algo oscuro y muerto en vida.