Como cada día Morag se levantaba con los primeros rayos de sol, si a eso que iluminaba la tierra se podía llamar sol, desde que el meteorito impactó en la tierra el sol, apenas se veía, el cielo siempre estaba cubierto por un manto de polvo. La tierra ya no era lo que un día fue, la lluvia escaseaba, los inviernos se convirtieron en primaveras y el resto de estaciones quedaron a veranos muy calurosos.
Morag tenía sed así que fue directa al riachuelo el cual en otra vida fue un río tan ancho y hondo que incluso algunos barcos navegaban por él, claro que ella eso no lo recordaba, ¿como lo iba a recordar? de eso hacía ya más de noventa años, antes de que esa bola de fuego impactará en la tierra. Por lo visto la trallectoria del meteorito Ragnarok que la NASA tantos años había investigado, leído y cotegado dieron erróneas y el meteorito impactó en la tierra. La vida poco a poco se fue extinguiendo, los ríos, mares, lagos y todo lo que contuviera agua fué desapareciendo. Muy pocos ríos daban agua y la lluvia apenas caía. A día de hoy, pocos animales eran comestibles, pocos árboles daban frutos y poca cosa se podía sembrar. Sobrevivir se convirtió en el objetivo de los pocos que quedaban con vida en la tierra.
Morag se quedó mirando el riachuelo e introduzco el cubo en el agua ajena a que estaba siendo observada por un grupo de desesperados hombres que ansiaban el cuerpo de una mujer, todos y cada uno de ellos deseaban poseerla quiesese o no.
Ella sintió de repente que algo no iba bien, lo notó en el aire, en el ambiente, así que acarició el puñal de su espada y con precaución se levantó y comenzó a andar hacia su cabaña. Los hombres a una distancia que ellos creían segura la comenzaron a seguir, unos iban armados otros no, pero eran muchos para una sola persona, seis nada menos, seis hombres guiados por su instinto más primitivo. Se miraban entre ellos, sonreían, gruñian y se apretaban el paquete con sus grandes mano, para calmar el bulto que erguido pedía ser saciado. Morag giró hacia la izquierda su aldea estaba a pocos metros, sonrió, no haría falta la violencia, caminaba decidida y sin miedo pero antes de entrar a la aldea chocó con un hombre que parecía un armario.
- Morag a donde vas pareces muy nerviosa.
El hombre de veinti nueve años fornido y moreno la tenía agarrada por los brazos, al fin estaba a salvo.
- Sebastian menos mal yo no podría sola, me siguen y no son pocos.
El chico miro hacia atrás, los hombres se alejaban. Sebastian sonrió y miro a Morag pero su mirada no le gustó nada y esa sonrisa tampoco, aún así se dejo llevar cuando su mano se posó en su espalda.
- vamos Morag antes de que pase algo de lo que nos podamos arrepentir luego.
Anduvieron unos pocos metros en un incómodo silencio, estaba nerviosa y agarró con fuerza el puñal de su espada, cuando de repente Morag sintió un golpe en la cabeza y el mundo empezó a dar vueltas hasta que llegó la oscuridad.No sabía cuanto tiempo había pasado pero abrió los ojos y ante ella vio a esos hombres cerca de ella. sintió el frío suelo en todo su cuerpo, estaba desnuda, atada de pies y manos a unas cadenas oxidadas, la boca tapada con un trapo, se movió pero lo único que consignó fue dolor al sentir arañazos en sus muñecas y tobillos. Uno de los hombres se acercó a ella y se agachó a su lado.
- será mejor que no hagas esfuerzos o te harás un corte profundo y pillarás el tetanos, ya no hay vacunas, princesa.
Morag gruño y le escupió en toda la cara el tipo al que creía conocer la miró con asco y le propinó un puñetazo en toda la cara, ella aulló de dolor el y resto de hombres que antes apenas le hacían caso la miraron y se acercaron a ella, la mayoría de los allí presentes los conocía, eran hombres de su aldea, casados, solteros, buenos y no tan buenos, no creía, no podía creer lo que sus ojos le mostraban. Esas personas no podían ser capaces de hacer lo que pasaban por sus cabeza.
- chicos, la damisela ha despertado ¿Quién quiere ser el primero?
Morag lo sabía no podía escapar a lo que esos hombres le iban a hacer, uno de ellos el más joven parecía dudar estaba pálido y tenía miedo, pero otro le dijo algo al oído y pareció relajar al chico.
- bueno basta de tonterías quien no quiera que se marche pero ya sabe lo que le espera si habla.
El hombre se puso de rodillas se acercó y le abrió las piernas y sin ningún cuidado la penetró una y otra vez, ella intentaba escapar se movía como un animal enjaulado, gemia de dolor, gritaba pero de nada servía, el cerdo la violó hasta que se derramó en su interior, luego se puso en pié y con el mismo deseo la penetró el siguiente, Morag sentía que se rompía por dentro con cada brutal embestida de esos monstruos, con cada fuerte agarre a sus pechos, con esas manos diabólicas, las lágrimas caían por sus mejillas, los odiaba, intentaba en vano defenderse, intentaba en vano gritar, ya no podía más, y lo sintió en su cuerpo, de repente notó como esa rabia y ese odio la poseían como jamás un sentimiento le atrajo, cerró los ojos y al abrirlos su color castaño cambio a un negro profundo, sus ojos al completo eran negros como una noche sin luna, el que la estaba violando se percató de ello y se apartó asustado, las cadenas se rompieron y Morag se levantó como si todo lo ocurrido anteriormente no hubiera sucedido. Ninguno de ellos daba crédito a lo que veían, pero aún así se acercaron a ella con sus armas las cuales fueron arrancadas de las manos de sus violador de un tirón, pero allí no había nadie salvo ellos y Morag ¿Que fue capaz de arrancar las armas de ese modo? después de eso se doblaron he hicieron una bola, visto eso ninguno se lo pensó dos veces e intentaron huir, pero fue en vano, todos y cada uno de ellos flotaron en el aire sin dar crédito a lo que sucedía.
- morires todos- gritó Morag.
La mujer no sabía aún controlar ese poder con el que vino al mundo y a veces hacia cosas que no quería pero no era el caso en ese momento, quería venganza.
Los hombres pedían a gritos auxilio chillaban como cerdos camino al matadero, algunos incluso se hicieron pis encima. Morag sólo sentía satisfacción y un placer que jamás había sentido.
- gritad, nadie os va a ayudar, ahora vais a sentir dolor, pero veamos ¿quien será el primero?
Todos gritaban el nombre de uno de sus compañeros y eso a ella le hacía reír, los miró uno a uno y vio al primero, su vecino ese sería el primero, con la mano derecha hizo un movimiento y bajo hasta tenerlo cara a cara.
- se supone que éramos amigos, sabandija, te voy a enseñar lo que ocurre si me traicionan de esta manera.
Volvió a elevar al violador y su cuerpo se quedó rígido, después se dobló de una manera grotesca, el grito de dolor espantó a los allí presentes, aunque para asombro de todos el tipo seguía con vida, Morag observaba a los allí elevados dando vueltas como si lo que estuviese eligiendo fuese un dulce en una pastelería.
- Sebastian debiste elegir bien a tus amigos, adiós.
El crujido helo la sangre de todos y los gritos aumentaron, después de Sebastian mato a otro del mismo modo que al primero, al segundo al tercero. Pero cesó, su venganza se detuvo al oír a un grupo de personas fuera de esa pequeña casa destartalada. Sin ningún miramiento bajo al suelo a los que quedaban con vida, gruñeron de dolor pero no le importó. Y se quedó allí esperando a ser juzgada, por qué lo harían. Los hombres aún aturdido corrieron a por su ropa pero ella no les dejó.
- no -dijo - quiero que os vean desnudos y que sepan el por qué de mis actos.
Esperaron observando la puerta la cual se abrió enseguida, era un chico que al ver los cuerpos inertes y con esas extrañas posturas no pudo más que gritar de espanto.
- Morag date por muerta.
Pero ella no hizo caso al violador.Este es el primer capítulo de mi nueva novela, lo sé han pasado unos cuantos meses o años desde la última pero no publicaré la novela hasta a verla terminado esto lo dejo por si queréis seguirla y saber cómo comienza la historia. Gracias por leer mis historia saludos desde Granada 😘😘😘
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cuando el mundo se termina
RomanceAño 2340 un enorme meteorito con una extraña toxina cae en el palenta tierra, dejándola casi extinta de todo ser vivo. Solo unos pocos humanos y unos escasos animales han sobrevivido al impacto y a la extraña toxina. De los pocos supervivientes sól...