Yuuri dejo el patinaje, adentrándose a una tranquila vida de entrenador junto a su pareja, Christophe Giacometti. Tranquilidad que se estaba extendiendo por dos largos años, años en los que ojos azules como el cielo no dejaban de seguirlo en sueños...
Al volver de su luna de miel, yuuri se encontraba algo nervioso, cosa que era notada enseguida por Christophe. en el aeropuerto fueron recibidos por discretos hombre de negro con lentes y tan altos que sobrepasaban la estatura de Chris, muy sigiloso todo.
Fueron llevados a las instalaciones de la TEA en Suiza, para entrevistarlos y decirles, "están protegidos por nosotros", cosa que no tranquilizaba para nada a yuuri. A ambos se les reemplazo el collar que portaban, por uno que tenía un localizador, en caso de que Víctor apareciera frente a ellos, solo debían presionar la piedra en él y ellos estarían ahí para detener a víctor en cualquier cosa que quisiera hacerles.
Chris se mantenía tranquilo, eso le ayudaba, pues saber que su pareja, su actual esposo fue acosado durante todo un año por el Ruso no le agradaba para nada. Solo esperaba que Víctor se limitara a eso y no se acercara a ellos.
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Su hijo era toda una copia de él. solo que algo más regordete y rosado, y se movía sin mucha lógica en la cama, mirando todo con curiosidad. Con pocos días de nacido, Vladímir Nikiforov era un niño inquieto y activo, el cual tenia toda la atención de su madre y familia en general, menos de su padre, quien no se atrevía a tomarlo en brazos.
Makkachin, era quien más cercano era al pequeño Vladímir, pues este gustaba de dormir entre el pelaje del caniche. Víctor por un lapso exacto de dos días solo estuvo revoloteando al rededor de su hijo sin tomarlo, pero luego volvió a alejarse.
Necesitaba traer devuelta a quien verdaderamente cuidaría a su hijo, y aun no tenia idea como hacerlo sin tenerle a la TEA pisando le los talones. algo que le encabronaba mucho en realidad. Pero lo que quizás más le molestaba era ver la felicidad de Chris y yuuri en Internet, como todas las paginas se centraban en el reciente matrimonio y a la vez en el escándalo que era que su padre fuera un mafioso.
Pero no era momento de pensar en ello, su hijo seria presentado en una cena, donde también asistiría Yuri Plisetsky y su ex entrenador Yakov, lo cual fue toda una petición cumplida de parte de su madre.
Claramente esta cena no sería en la mansión en la cual residían, seria en el antiguo departamento de víctor, donde solo estaría la familia de este, y un pequeño grupo de cercanos a él, lideres de sus organizaciones en otros países, cosa que Plisetsky y Felstman desconocían, sin embargo esperaba que ambos supieran que era más conveniente.
Movilizarse no fue complicado, fue bastante fácil y rápido, y hasta se sintió complacido de que al llegar todo estuviera completamente limpio, si hasta había agua y comida para makkachin y la despensa llena como si de verdad residieran ahí como una familia normal, aunque seguramente Yurio supiera que no vivían ahí, estaba casi al 100% seguro que su ruso compañero le habría ido a buscar en más de alguna ocasión.
Vladímir fue puesto en brazos de Víctor, el bebe reconociendo a su padre para acurrucarse en el pecho de este, cosa que no hacia con su madre, Natasha se auto denominaba, la vaca de alimento del bebe, pues este solo la buscaba para alimentarse, luego lloraba si estaba mucho tiempo con ella, buscando mayor mente a su padre, aunque se conformaba con la compañía y mimo de su tía.
