Las cadenas sonaron. El aire se llenó con el sonido de la respiración pesada, pequeñas risas y el metal tirando de los grilletes.
—¿Te diviertes allí? —la voz de Damon estaba ronca causa de las quemaduras de la excitación y el alcohol. Un vaso de cristal yacía en su mano, apenas alcanzando la mitad de la medida de whisky. Dejando el vaso sobre la mesa auxiliar se acercó al hombre que estaba en la esquina de la habitación.
—¿De verdad crees que esto puede contenerme? —él gruñó. Sus palabras fueron atrapadas por su acento, sofocado por la lujuria y la ira. Volvió a sacudir las cadenas, enviando el sonido de acero sobre acero a través del aire.
—Bueno, si eres tan fuerte, entonces vete, en toda tu gloria original. —Damon se burló, inclinándose hacia delante. El otro hombre gruñó, tambaleándose hacia el frente.
Damon estaba fuera de su alcance.
—Oh, espera. Estás encerrado porque quieres estarlo —Damon dijo, una sonrisa pecaminosa se apoderó de su rostro—; Vamos, Klaus, ¡tienes que darme más que eso! —exclamó, dejando aquel puñetazo en la carne de su estómago. Klaus gruñó.
—¡Puedes hacer algo mejor que eso! —él sonrió, salvaje, como un animal acechando su cena. La sangre manchaba su boca, hacía tintinear sus labios y manchaba sus dientes de rojo.
Damon disparó a Klaus de nuevo, esta vez conectando su puño con el pecho contrario.
—Más —Klaus gruñó.
El pequeño cuchillo desollador escondido en la bota de Damon entró en su mano. Lo sostuvo en alto, dejando que la luz pasara a lo largo de la hoja de tres pulgadas. Los ojos de Klaus siguieron la daga cuando Damon la deslizó por el aire. Los músculos de su estómago saltaron mientras se empujaba el peso ajeno hacia adelante. Su aliento saltaba y tartamudeaba.
—Oh, te gusta eso, ¿eh? —Damon lo miró con sorna, hablando cuidadoso hacia el vampiro mayor. Las fosas nasales de Klaus se encendieron, y sus colmillos se deslizaron fuera de sus encías.
—Manos a la obra —gruñó, mostrando sus colmillos al más joven. Un rápido golpe en su pecho silenció sus palabras y provocó un grito que sonó como música para Damon.
La sangre roja y profunda goteaba por el pecho de Klaus, manchando su piel blanca como la perla.
Damon colocó el cuchillo en la parte superior de la unión entre la garganta y el hombro de Klaus. Arrastró la hoja hacia abajo, cortando la piel sobre su clavícula y hasta su ombligo. Encorvó el metal, tirando de el hacia arriba, dividiendo el pezón izquierdo del cuerpo encadenado.
El original dejó escapar un sonido que estaba en algún lugar entre el gemido y el sollozo, dejando caer la cabeza hacia atrás. Estaba luchando contra sus pantalones ajustados, el cuero fresco contra su piel enrojecida.
—Joder, joder, haz eso otra vez —jadeo, su pecho agitándose entre respiraciones dificultosas. Damon obedeció, repitiendo la acción en el lado derecho del pecho de Klaus.
Después de unos minutos de arrastrar el cuchillo alrededor del cuerpo del mayor, de cortarle el pecho, los brazos, la espalda y la cara tan rápido como las heridas sanaron, Damon se aburrió. Arrojó el cuchillo detrás de él, escuchándolo traquetear a sus espaldas.
Usó una mano para agarrar la mandíbula del mayor y así poder tirar de su cabeza hacia adelante. Damon extendió su lengua plana contra la mejilla de su objetivo, lamiendo la sangre que manchaba su piel.
Él no obtuvo ninguna respuesta. Es decir, hasta que cayó de rodillas y lamió la sangre negra que se adhería a su cuerpo. Algunas gotas de espeso líquido y saliva habían caído sobre los pantalones del mayor. Damon prestó atención extra a la recolección de esas gotas, presionando su lengua directamente sobre la entrepierna de Klaus, permitiendo que el hombre mayor se estremeciera contra la calidez de su boca. Mientras tanto el hombre encadenado estaba presionando sus caderas hacia adelante, sus dedos se flexionaban como si quisiera extender la mano y agarrar el cabello de Damon.
—Diablos —Klaus respiró, sacudiendo las cadenas mientras tiraba de ellas—; ¿Vas a hacer algo, o vas a arrodillarte allí todo el día con un aspecto bonito? —preguntó, empujando sus caderas hacia adelante para perseguir la boca de Damon mientras se sentaba sobre sus talones.
Klaus siguió murmurando, cualquier placer.
Las palabras en sus labios se callaron cuando sintió que le bajaban la cremallera de los pantalones.
—Lindos boxers —Damon sonrió de nuevo. Usó su dedo índice para trazar el contorno de el duro miembro impropio, que estaba tendido hacia un lado y ligeramente hacia arriba, con la punta apenas sobresaliendo de la prenda.
Damon puso su boca contra el caliente cuerpo frente de sí, a través del material frío de sus boxers. Con cuidado, articuló la boca contra el pene de Klaus, empujando el aire caliente contra él y ocasionalmente presionando su lengua contra la ropa.
Las caderas de Klaus presionaban hacia delante buscando la humedad de la boca de Damon inconscientemente, presionando su pene medio vestido contra la caliente lengua del más joven. Pequeños gemidos entrecortados se ahogaban en la base de su garganta.
—Deja de molestar. —gruñó.
—¿Cuál es la prisa? Tenemos todo el día, cariño —Damon se rió, presionando sus palabras contra la piel del estómago del otro, alimentando las vibraciones en el cuerpo de Klaus.
Damon recuperó rápidamente su cuchillo, volvió aquel peso familiar en su mano. Cortó los boxers contrarios liberando al mayor de su suplicio.
Su miembro rebotó libremente, cayendo contra su estómago. Estaba empezando a cambiar de color, y el simple anillo del martillo apretando su base estaba impidiendo su liberación. Su cabeza estaba hinchada y una gran gota de líquido preseminal brillaba en la punta.
Damon presionó con su lengua contra la vena pulsante en la parte inferior del miembro de Klaus. Con cuidado, dejó que la punta se deslizara a lo largo de su lengua y dentro de su cavidad bucal.
—Ugh, hazlo... ya —Damon respiró, su lengua lamía delicadamente, era una puta tortura.
Eso era todo lo que Klaus necesitaba.
Sus caderas comenzaron a deslizarse hacia adelante, más rápido y más fuerte hasta que él terminó follándose la boca de Damon. El vampiro más joven se estaba ahogando con la palpitante extremidad de Klaus, aunque nunca rompió el contacto visual a pesar de las lágrimas que amenazaban con dejar sus ojos.
Damon se echó hacia atrás, el pene de su compaleo se deslizó fuera de su boca. Klaus gimió enojado, tratando de encontrar un camino de regreso a la deliciosa cavidad de Damon. Sus piernas casi se derrumbaron debajo de él y su peso era sostenido por las cadenas que se clavaban en sus muñecas.
—¡Vamos! —gritó Klaus, sus colmillos liberándose de sus encías.
—Oh, no te preocupes. Te ayudaré. Solo dale tiempo —Damon dijo con su sonrisa de regreso a su rostro. Luchó por ponerse de pie, secándose las lágrimas de las mejillas, cuidadosamente limpió el rastro de saliva de su barbilla. Bebió un largo sorbo de su vaso de whisky, deleitándose con la quemazón que dejó en su pecho.
Se acercó lentamente a Klaus, tomó su cabeza entre sus manos, acariciando las mejillas impropias con las yemas de sus dedos, y rompió su cuello.
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Without logic
FanfictionKlaus y Damon tienen una relación... interesante. ©2017, Traducción al español ©2017, Autoría inglés; mthrfkrgdhrwego.