2) Angustia.

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¿Que era esto que sentía?.
Era algo que nunca había sentido antes, algo que no podría describir con un término.

Pude reaccionar y me levanté para ver la situación, ahí estaba mi mejor amigo, y quizá único, tirado en el suelo, inconsciente y escupiendo sangre.

Está será una imagen que nunca olvidaré.

Había más personas a mi alrededor viendo la escena, pero guardaban cierta distancia; la verdad para mi no existían.

Estaba temblando, muchos pensamientos rondaban mi cabeza en ese momento, pero sobretodo estaba bastante preocupado; si no lloré fue por una promesa que le había hecho y no quería romperla, almenos en ese momento.

La conductora se notaba bastante preocupada, también observando la escena; los dos sabíamos que sería mejor no moverlo, podríamos herirlo más, la situación era horrible.

En unos minutos llego la ambulancia, vieron la situación y rápidamente sacaron a Hans de debajo del automóvil, lo subieron a una camilla y lo metieron a una ambulancia, luego el paramédico preguntó.

—¿Eres su amigo? Si es así, me gustaría que subiera, usted también señora—.

Cuando nos subimos a la ambulancia, les pregunte:

—¿Va a estar bien verdad?—. Dije con un tono frágil, se notaba preocupación en el mismo.

Un paramedico dio un fuerte suspiro, pasaron unos segundos y dijo:

—Aún tiene signos vitales, pero necesitamos hacerle algunos exámenes para valorar la situación, pero sinceramente creo que esta muy mal—.

No respondí, en ese momento me di cuenta de la gravedad de la situación.
Si muere Harold, ¿será mi culpa?.
El sentimiento de preocupación se intensificó, quería llorar, pero no romper la promesa.

Flashback

Hace bastantes años, cuando éramos unos niños, estaba llorando en el jardín de mi casa.

Se me acercó otro niño de mi edad y me preguntó:

—¿Porque lloras?—.

—Me siento incomprendido, no me llevo bien con nadie—. Respondí entre lágrimas.

—Yo podría comprenderte, o almenos intentarlo; pero si lo hago, me prometes que no volverás a llorar; mi nombre es Hans—. Respondió.

No tengo nada que perder.

—Esta bien—. Respondí tratando de forzar una sonrisa, no me había dado cuenta que esa sería mi única amistad en el futuro.

Fin del Flashback


Estaba cada vez más preocupado, no quería que este tuviera graves lesiones, mucho menos por mi culpa.


Analizaba a mi alrededor, los paramédicos y los instrumentos, además de la señora haciendo llamadas, supongo que explicándole a su familia el porqué no había llegado y la situación que estaba pasando.

Un paramédico se dirigió a mi y me pregunto.
—Necesito que me des el número de algún adulto, preferiblemente la madre de él—. Se refirió a Hans —O si no lo tienes el de tu madre, padre o tutor—

Tenía que cooperar, en sí ya la había cagado.
No era necesario arruinar más esto.

—E-está bien— reincorporé mi voz.
—El número de mi madre es 88623700— Dije el número poco a poco para que lo pudiera marcar.

No estaba tan afectado por el accidente, después de todo...
Hans iba a estar bien. ¿no?

Mi preocupación se aumentó en ese momento, pues sabía que la madre de Hans era sobreprotectora y muy estricta.
Él se había accidentado por mí culpa y tendría lesiones.

O quizá no sólo eso.

Bueno, no era el momento de pensar en las consecuencias; solo a esperar que todo salga bien,

Aunque el se sacrifico por mi, soy un estúpido.

Siguió el transcurso hasta llegar a aquel hospital, entré con los paramédicos mientras que la dueña del coche se quedó afuera explicándole el asunto a la policía.

No esperé a que me entrevistarán, simplemente subí y me ordenaron que me quedara en la sala de espera.

Tras unos minutos pensando en que tan grave era, vi a la madre de Hans entrando casi corriendo con lágrimas en los ojos y una cara de preocupación absoluta.

Fue entonces cuando comprendí, que esto no sólo me afectaba a mí.
Quizá yo debería estar en ese lugar, yo fui el irresponsable después de todo...

Quería explicarle lo sucedido, pero se me hizo un nudo en la garganta por lo que no dije nada. Ella quería entrar a la habitación como yo, pero como era obvio, no la dejaron.
Como era predecible, la policía llegó a escuchar mi parte del accidente, cosa que comencé a contar entre algunos tartamudeos y voz muy preocupada.

Quizá nunca debí haber dicho eso, o nunca delante de ella.

¡Entonces fue tu culpa niño estúpido, tú eres la razón por la que Hans está mal!— Dijo con un tono de voz de irá, tristeza, ansiedad y preocupación.

Sentimientos que hasta yo hubiera llegado a comprender en una situación así.

No pude siquiera responder cuando llegó un hombre vestido con bata blanca que había salido de la habitación donde estaba Hans para después pedir  a la policía que se fuera un momento, y cuando estábamos solos la madre de Hans y yo dijo.

—Hans está...

N/A
Si, lo sé.
Es repetivo, perdón por la inactividad.
Se que había prometido que actualizaría seguido, pero por varios motivos no había podido ni querido actualizar.
Trataré de estar más activo, y sin más.
¡Gracias por tomarte tu tiempo en leer!



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⏰ Última actualización: Mar 12, 2018 ⏰

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¿Cuando será él último día?. (Rehaciendo capítulos). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora