Es de felinos (Adrien/Chat Noir y tu) [CORRIGIENDO]

Gracias

Nota de Toonofilia Fanfics:

¡¡¡MENTIRA!!! ¿Cayeron en la broma? Ojalá y si. Bueno....La historia sigue. ¡¡¡Continuemos!!! Por cierto, no escuchen la canción hasta que yo les diga.

Narra Adrien Agreste:

Sinceramente, no me sentía bien como para enfrentar a Hawk Moth. Después que _______ no volvió a abrir sus hermosos ojos, Ladybug logró colocar un rastreador en el villano principal. Solo ella lo sabía, yo no me animé para saberlo, quería que _______ volviera conmigo. La interné en un hospital con la esperanza de que los doctores pudieran hacer algo, pero su respuesta se demoró por un par de días.

-_________(tn) __________(ta).- dijo el doctor mirando una lista. Yo me paré del sillón en el que estaba sentado en la sala de espera rápidamente. -¿Solo es usted Adrien Agreste?- dijo el doctor moviendo sus lentes tratando de verme mejor.

-Si, su familia viene en camino.- mentí. Desgraciadamente, solo Charlie sabía de esto y dentro de poco llegaría a verla. Él es el único que puede explicarle a la familia de _______ de alguna mejor manera. Aun no sabía que decirle, que ella era Nyanga y se sacrificó por mi. Además que suena muy estúpido, porque yo debí sacrificarme por ella, no podía decir su secreto de heroina. Pero por el momento, no diría nada hasta poder asegurar que había alguna solución.

-¿Usted es su novio?- indagó el doctor mirando nuevamente su lista.

-Si.- dije asintiendo con la cabeza una vez, pero no le quitaba los ojos de encima; quería una respuesta no preguntas.

-Bueno... Perdóneme por lo que voy a decir pero.... No encontramos ninguna solución... Lo siento.- dijo el doctor quitándose las gafas y de manera incomoda y a la vez triste.

Mi respiración empezó a acelerarse tan pronto como sentí que mi sangre no fluía. Parpadeé un par de veces llevando mi mano derecha a mi frente. No podía creerlo, enserio no había nada que se podía hacer.

-No. No puede ser.- dije negando con la cabeza y empezando a caminar por la sala de espera. -¡Esto debe ser una mala broma!- dije agarrando la bata del doctor y sacudiéndolo molesto.

-Señor Agreste esto no es una broma, tranquilícese. Necesita ir con un psicólogo, esto puede ser duro para usted.- dijo retirando mis manos de su bata.

-No estoy bien, es solo que...- dije negando con la cabeza agachada y dirigiéndome al sillón en el que estaba esperando. -Es solo que... No puedo creerlo.- dije sentándome en el sillón, llevando mis manos a mi rostro y apoyando mis codos en mis piernas.

-¿Quieres verla una vez más?- dijo el doctor en un determinado tiempo dándome un poco de espacio y posando una mano sobre mi espalda. Asentí lentamente como si fuera un niño. Ambos nos paramos y el hombre posó una mano sobre el hombro que le quedaba más lejos y comenzamos a caminar. Después de subir elevadores, y caminar entre los pasillos, llegamos a el cuarto doscientos dieciséis. -Les daré un momento a solas.- dijo el doctor dejándome en la entrada del cuarto.

Tomé un largo suspiro y me adentré al cuarto. Saqué de mi camisa un pequeño ramo de tulipanes y dejándolo en un florero sobre la cómoda que estaba a lado de la cama. Y en la cama... Estaba ella. Sin abrir los ojos y sin señales de respiración. En los,dos días que habían pasado, había extrañado tanto el brillo de sus ojos, la calidez de su voz y la alegría que provocaba en mi todos los días. Nunca había pensado en una vida sin ella.