Desconocido

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    No sé de dónde vino, ni cómo surgió, pero lo que importa en estos momentos es que ya están acá. Invadieron casi toda la ciudad, se expanden entre todo ser vivo, ya sean humanos o animales, en los primeros la infección, por decirlo así, comienza como unos estornudos raros, roncos, en los animales es diferente el primer síntoma, no hay estornudos, ni tos, uno de los ojos se torna rojo, horas después el animal comienza a correr alocadamente hasta caer y morir, se pensó que hasta ahí llegaría todo, pero se equivocaron... era el principio. El cuerpo se descomponía, por llamarlo de alguna manera, porque en realidad se secaba y del ano salían gusanos con alas. Casos como los que describí pasaron en muchos lugares cercanos a la capital federal, por dicha expansión el gobierno ordeno que el senasa actúe, fue entonces se ordenó que especialistas hagan la autopsia a un animal recientemente fallecido. Se reunió a un biólogo, un cirujano veterinario, un patólogo y un genetista, cada uno especialista en su materia. Eran las 10:00, el cirujano se disponía a comenzar con la autopsia. Apoyo el bisturí en el abdomen del cuerpo del animal, pero este comenzó a hincharse de forma anormal, al igual que el cuello, al ver semejante cambio, todos se apartaron de la mesa de metal, incluso algunos se acercaron a la puerta de salida, en caso de que la cosa se ponga más complicada, pero el cuerpo no estallo como se creía en un primer momento, sino que comenzó a despedir gusanos alados, estas criaturas a medida que salían, sobre volaban el cadáver para luego posarse en él y comenzar a alimentase de su carne, todo lo sucedido hasta ahí tenia desconcertado, nunca habían visto criaturas semejantes, tal vez sean de otro planeta, o quizás no, podrían ser una especie nueva que el hombre nunca vio hasta ahora, uno de los científicos se acercó con la intención de atrapar a uno de esos gusanos. Agarro una pinza y un frasco. Camino lentamente ante la mirada de desaprobación de los demás, pero lo que averiguaron de forma inconsciente y muy peligrosa es que esas cosas tenían un oído muy sensible, cuando el profesional estaba a punto de atrapar a uno, golpea con su rodilla la mesa de los instrumentos y estos chocaron entre sí provocando un ruido a metal tan agudo para los las criaturas que estas comenzaron a vibrar, una vez que el ruido se disipó, los bichos se lanzaron hacia todo ser que se movía en ese lugar... Hoy el instituto está sellado y vigilado por gendarmería y policía federal, a la espera de una nueva evaluación por orden del ministerio de salud de la nación. El caso se archivó como patógeno altamente peligroso y sumamente contagioso... Fin del comunicado...

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