El Asesino de las Sombras

Primera Saga

El día ocho de octubre del año dos mil diecisiete a las tres y veinticinco de la madrugada, en New York, se escuchan disparos en la lejanía de mi casa, salí a investigar, ya que mi sueño era ser detective, me llevé una linterna, por las dudas. Llegue al lugar y era una tienda con los vidrios rotos, ingrese por la puerta y me di cuenta de que era una joyería, me sorprendió lo que vi: una pistola sin munición en el piso, dos cadáveres que uno parecía ser del dueño de la tienda, era un hombre y el otro era de una mujer, dentro de la joyería no se encontraba nada de valor. Salí a la calle y encontré huellas con sangre, las seguí y me llevaron a un callejón oscuro y silencioso, había marcas de ruedas de auto en la tierra y un celular, lo revise, por si tenía algo que ver con el crimen, lo prendí y necesitaba contraseña con lo cual no pude entrar, lleve el celular a mi casa para investigarlo.

   Al día siguiente salió en las noticias lo ocurrido en la joyería y eso me hiso acordar al celular que había encontrado en el callejón, se lo envié a un amigo llamado Ed para que le saque la contraseña, era un experto en hackeos. Me envió un mensaje diciendo que hackear la contraseña tardaría aproximadamente cuatro días. Fui al callejón para encontrar más pistas, cuando llegué las marcas de auto estaban menos visibles que anoche, perdí el rastro en un puente. En ese momento pensé que ya no había más pistas, pero mire hacia el río y vi una caja pequeña en la orilla, baje para mirar, la abrí y había dos objetos: un anillo de oro y un collar con perlas, revise si había huellas, encontré solo una. Se las envié a Ed para que pueda descifrar la huella, luego de una hora recibí un mensaje suyo con los resultados de la huella, me decepciono que solo era de una persona que no tenía antecedente, su nombre era: , tenía 35 años y vivía en Chicago.

   Pase los cuatro días esperando que me devuelva el celular ya sin contraseña, tocaron el timbre en mi casa y me alegre al ver a Ed, cuando me dio el celular lo invite a pasar y le conté todo, el no parecía muy interesado, cuando se fue mire el celular primero vi el perfil y se hacía llamar Fernando Menéndez, después vi los mensajes y no había nada importante excepto un chat con alguien diciendo:

   -Acuérdate lo que me debes-. decía el chat de una persona que no lo tenía agendado ni tampoco tenía foto de perfil.

   No le había respondido, pareció que se lo quiso pasar de alta, debió ser una cifra muy alta para poder pagarla así nomas, esto era un gran paso, esa pudo haber sido la causa del robo y de tantos asesinatos, pero ahora había que averiguar quién o quienes habían cometido el crimen. Volví a la joyería, pensando que más tarde volvería a casa para seguir examinando, está ya había sido registrada por la policía, no había el mismo desorden que había antes, la examine lo más que pude, pero no encontré nada sospechoso.

   Volví a casa para seguir examinando el celular, revisé la galería de fotos, lo único que encontré 3 fotos, en la primera aparecía unas cajas con joyas, como la que había encontrado pero un poco más grandes, la segunda aparecía el cadáver de la persona y en la tercera estaban los vidrios rotos de la joyería, supuse que las iba a enviar a la persona a la que le debía algo. Revisé los vídeos, no encontré nada. Vi sus aplicaciones, pero nada, vi los contactos, pero estaban bloqueados, al instante me llamo la policía diciendo que habían herido a Ed. Me dijeron la dirección del crimen yo fui sin pensar solo quería ver como estaba, no me importaba si me raptaban o mataban solo quería verlo. Llegue al lugar y parecía ser un almacén abandonado, a Ed le habían pegado una bala en el hombro derecho, ahora solo me quería preocupar en ese caso, ya que Ed es mi mejor amigo desde pequeño, él siempre me acompaño en mi vida y me ayudó mucho, lo acompañe hasta el hospital, me hicieron esperar eso nunca me gusta. Le pregunte al policía porque ellos me llamaron, me dijeron que el herido, Ed, les dijo a ellos que me llamaran, le pregunte porque, pero él no sabía. Fui a donde le dispararon a mi amigo. Tal como lo pensé, era un almacén, lo investigué por tres horas, nada. Regrese a mi casa para revisar nuevamente el celular. Revise sus llamadas, todas habían sido eliminadas menos una, la escuche y decía un gran paso para resolver el crimen: