Quiero empezar diciendo, que este libro no es para todo el mundo. Este libro está escrito para los que buscan desapegarse del mundo en que vivimos, sin tener que hacerlo en el término literal.
Si usted está leyendo esto, es porque busca un norte en este camino lleno de vericuetos y escollos que llamamos Vida. Todos nos preguntamos alguna vez ''¿quién soy yo?'', ''¿de dónde vengo?'', ''¿por qué nací aquí?'', ''¿por qué soy así?'', ''¿hacia dónde voy?'', ''¿cuándo he de morir?'', ''¿y después de muerto, hacia dónde iré?'', ''¿acaso seguirá la vi-da después de la muerte?'', estas y otros interrogantes nos inquietan de alguna manera...
Primeramente tenemos que entender el por qué estamos en este mundo, en este univer-so tan complejo. La respuesta es simple: Karma. ¿Qué es el Karma? El Karma es la ley número uno que rige todo el universo y toda la vida, se basa en la simple regla de la acción y reacción. Si se hace algo, bueno o malo, está destinado a experimentar la consecuencia de tal acción. Por eso estamos aquí y prueba de ello es que somos el fruto del amor de dos seres que se fundieron entre sí para darnos el vehículo físico con el cual nos movemos. Entendiendo el Karma, entonces le encontraremos sentido a la vida. Ya lo dijo el Maestro Jesús: ''Con la vara que midiéreis sereis medidos''; es decir, ''no le hagas a otros lo que a ti no te gustaría que te hicieran'', porque así queda escrito en el libro de la vida del ser humano la acción de esta Ley Universal.
Ahora, tal vez nos preguntaremos, ''¿pero por qué sufro tanto?'', ''¿qué hice mal?'', ''¿por qué hay tanto dolor y confusión en el mundo?''
Para entender esta ley cósmica es necesario renunciar a todos los prejuicios y creencias a los que hemos sido sometidos por la sociedad en que vivimos a través de la educación, las religiones, etc. y poder comprender que junto a ella, también existen otras leyes anexas intrínsicamente a esta ley del Karma, pero eso será capítulo para otra ocasión. Lo impor-tante es observar el sufrimiento propio y el de los demás para comprender que su raíz viene como efecto de alguna acción que una vez cometimos ya sea en un pasado reciente co-mo en un pasado lejano completamente olvidado. Ello explica las enfermedades que nos provocamos a nosotros mismos: son el efecto de nuestra ignorancia por las acciones nega-tivas que nos inflingimos al descuidar nuestro cuerpo.
