Lo vi hace una semana, sentado como de costumbre en aquella lejana banca del mismo parque de siempre. Esta vez ese hermoso chico estaba llorando. La culpa me consumio ese día porque por más que quise ayudarlo mis piernas nunca reaccionaron.
No sabía su nombre pero si sabía que cuando se colocaba nervioso jugaba con sus dedos, una vez llego con un dedo enyesado, supuse fue por sus ataques de nervios. La manía que tenia de jugar con las hojas caídas de los arboles ya marchitas. También que pasaba la mano por su cabello cada que este caía en su frente sin permitirle ver, como le hacía nudos a sus audífonos. Y también como pasaba toda la tarde sentado en el mismo lugar.
Esta vez era diferente, el venía con alguien.
Un chico de cabello verde, alto y flaco. Mi corazón dolió, nunca había llevado a alguien y no quería que eso cambiara.
Él sonreía a lo que el nuevo chico le decía, más nunca lo miraba. Siempre mantenía su vista al frente.
Este chico de cabello verde le tomaba la mano pero el chico ni se inmutaba. No lo miraba a los ojos pero si sonreía. Fruncí el ceño.
El chico de cabello verde volteo encontrándose con mi mirada, mire a otro lugar rápidamente sin embargo escuche una risita y su voz diciendo "NamNam, creo que tienes un admirador".
¿Ese era su nombre? Sin duda era el más extraño nombre que había escuchado en mi vida, sin embargo mi interior estaba gritando de alegría.
Respiré rápidamente y volteé mi mirada de nuevo hacia el par de chicos. El de cabello verde me miraba pero el moreno seguía mirando al frente. ¿No le habré gustado? Fue lo que taladro mi mente hasta hacerme bajar la cabeza de la vergüenza. Tal vez no le intereso. Trate de sonreír y pensar que no valía la pena pero sí que lo hacía. Cada día que venía estaba el, sentado en aquella banca, mi corazón y alma estaban acostumbrados a él, a su tranquilidad y silencio.
Unos pares de zapatos se colaron en mi vista haciéndome levantar la cara y ver a aquel chico de cabello verde.
Hola, dijo sonriente.
Su sonrisa es linda, me gustaría poder tenerla.
Hola, tartamudee.
Me preguntaba si querías venir con nosotros, mi amigo Namjoon quiere conocerte y estoy seguro que tú igual, hablo rápidamente haciéndome casi vomitar.
¿Namjoon? Pregunte.
Sí, el chico que mirabas. Habló despreocupado.
El calor que sentía en toda mi cara no era normal, estaba sudando y eso no era para nada bien.
Trague saliva pensando en aquello ¿Quiere conocerme? ¿Pero si nunca me ha mirado?
Estas, hm ¿seguro? Dije.
Si vamos, él quiere conocerte. Murmuró rodando los ojos haciéndome pensar el fastidio que le causaba rogarle a las personas.
Lo dude un poco pero segundos después ya estaba colocándome mi mochila. Mis piernas tambaleaban con fuerza y el nudo en mi garganta era insoportable. Mi ansiedad se estaba apoderando de mí y las ganas de vomitar eran increíbles.
SeokJin, tranquilo.
Mi corazón era un manojo de nervios cuando me encontré a un lado de él, su cabeza gacha jugando con una hoja marchita, yo era invisible para él.
littlesuga, ¿eres tú? Su voz rasposa y ronca me hizo retroceder.
Sí, namnam. Habló rápidamente. Traje al chico, es lindo.
Tal vez si levantará su mirada me lograría ver.
Soy namjoon, un gusto. Levanto su mirada, sorprendiéndome al ver sus ojos. Cualquier persona podría mirarse en ellos, como cual espejo, grises. Grises como cuando va a llover, grises como el humo.
Extendió su mano como si alguien estuviera en frente de él.
Todo hizo click.
El chico de cabello verde empezaba a impacientarse, me miro tragando saliva y luego al moreno quien sostenía su sonrisa hacia la nada. Con nerviosismo se acercó a él.
Click.
Nam, él está de tú lado derecho. Murmuró.
Click.
Mierda, lo siento, dijo moviéndose a la derecha quedando ahora en frente de mi con su mano extendida esperando a que yo la tomara.
Click.
Todo se apoderaba mi sistema en segundos haciéndome retroceder un poco.
El chico que se sienta en el mismo lugar y que nunca se retrasa ni un minuto es ciego.
Namjoon es ciego, y jamás me había dado cuenta. Namjoon era una hermosura de lejos y de cerca. Namjoon era sorprendentemente admirable ya que aun siendo ciego podía hacer todas estas cosas como saber cuál era su banca, saber el camino hasta el parque. Namjoon tenía unos hermosos ojos grises que siendo inservibles eran hermosos y estaba seguro que él lo sabía. Namjoon se había dado cuenta de mí aun siendo ciego. Namjoon quería conocerme, mi corazón latía rápidamente porque este hermoso chico quería saber cómo estaba y como me llamaba. Lentamente subió su mano hasta mi rostro y lo toco libremente. Mis ojos se cerraron ante el contacto suave de sus dedos. Su toque resulto ser tan suave que para cuando quito su mano ya me había acostumbrado.
Tienes razón LittleSuga, este chico es hermoso. Susurró.
Bom bom bom bom, era el sonido de mi corazón. La forma tan adorable y sutil en la que toco mi rostro encontrándolo hermoso me hacía querer llorar, ¿cómo a alguien así podían arrebatarle lo más hermoso que era la vista? La hermosura de Namjoon era sublime, como si de una pintura se tratase, una pintura que yo no quería dejar de ver.
Me llamo SeokJin. Lleve mi mano a su rostro, tocándolo porque aun sabiendo lo perfecto que era necesitaba saber que era real.
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