Traidoro, el inicio de una gran aventura

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  El día en que cambió mi vida, empezó como otro día cualquiera, amaneció, y tras desayunar, fuimos a vender fruta al mercado de Villatrasga, a la hora de comer, todo cambió.
Estaba comiendo una salchipapata en la taberna de Eracles el roñoso, con mi amo Traidoro, el héroe de la historia, alto, fuerte, rubio, de ojos azules, valiente, con predilección hacia los pintalabios morados, con un CI de -1000.
Cuando de repente aparecieron tres guardias, y se plantaron enfrente de Eracles.
-¿Dónde está tu hija? -dijo el que parecía ser el jefe
-¿A ti que c*** te importa?-le respondió Eracles con sus habituales buenos modales
-¡No te me pongas chulo, viejo!, sabes que podemos reducir este tugurio a cenizas, tu preciosa niñita le ha tirado el café encima al ministro Poncho. Así que, o nos dices donde esta para que podamos ejecutarla, o quemaremos este edifício y mataremos a su familia, lo que incluye a sus 7 hermanos, su madre, su perro, y a ti viejo chulo.
-¡SERÉIS ****************************************************** ¿ESO SOLO POR TIRARLE UN CAFÉ AL ********* DEL MINISTRO ESE?.
Y entonces pasó, mi vida cambió, Traidoro se acercó a los guardias...
-¿Hay algún problema?-dijo Traidoro.
-Ningún problema, solo estamos buscando a una criminal- dijo un guardia con tono visiblemente molesto por la intromisión de Traidoro.
-¡¿Cómo que ningún problema?! ¡Si queréis matar a mi hija por un mierda café!- dijo Eracles con celestial voz de rata estrangulada.
Entonces pasó, Traidoro le dio un puñetazo al guardia pillandolo completamente desprevenido y dejándolo K.O al instante haciendo que los otros dos gorilas sacasen sus espadas, tras el grito de un trasgo anónimo que rezaba <<¡¡¡¡Pelea!!!!>> iniciaría una multitudinaria pelea en el establecimiento. Uno de los guardias intentó atacar a Traidoro, pero en su lugar recibió un sartenazo de Eracles, el otro al verse solo frente aquel caos, salió huyendo como buen representante de la ley.
-¿Estás bien?- dijo Traidoro al tabernero.
-¡¿Cómo voy a estar bien?!-dijo Eracles – ¡si han amenazado a Luza y ahora tengo la taberna sumida en el caos!.
La verdad, yo no hubiera dicho que la taberna estuviera sumida en el caos, de hecho estaba dividida entre los que apoyaban a los guardias, los que se rebelaron contra el "gran mago" famoso por sus castigos desproporcionados (aunque el tirarle el café encima a un ministro me parece motivo suficiente para ejecutarlo) y los que solo quieren romperle la boca al primero que vean.
-No te preocupes, Johnny y yo nos encargaremos de que no ejecuten a Luza -oí decir a Traidoro con un tono de voz preocupantemente decidido.
¡¡¡¿¿¿¿¿Cómo?????!!! Ahora me mete a mí en medio de este fregao, no me podía haber mandado a casa y él encargarse de eso, para algo él es el héroe.
-¿Y cómo se supone que vas a hacer eso?, solo el mago puede revocar crímenes, aunque sean tan absurdos –dijo el bueno de Eracles
-Pues mataré al mago y seré yo el jefe - dijo Traidoro con su habitual subnormalidad.
-¿Sólo?- Preguntó uno de los trasgos mientras le partía la cara a un pobre desdichado.
-Cierto, buscaré a los rebeldes y luego marcharé contra el mago.
En eso, Eracles hizo unas señas a Traidoro y se lo llevó al almacén, yo obviamente seguí a mi amo, allí tuvieron una conversación nada interesante sobre los rebeldes, nunca habría imaginado que Eracles pudiera ser un rebelde, se le ve tan noble, tan decente, ni tampoco me habría visto a mi como uno, pero de Traidoro me lo esperaría todo.
-¿Entonces los rebeldes tienen un campamento en el bosque que hay en las afueras?- Traidoro cada vez le cuesta menos pillar las cosas.
-Sí, hijo, sí, llevo una hora diciéndotelo, ¿tas tonto o te lo haces?- dijo Eracles con su acostumbrada paciencia.
Para ese entonces escuchamos voces que decían con delicadeza <<¡¡¡ En el nombre del ministro poncho, parar esta disputa y entregarnos a Eracles y a su hija!!!>>.

-Rápido, salid por la puerta de atrás - dijo Eracles con un tono sorprendentemente alto para ser consciente de que hay guardias cerca, pero claro, la pelea armada en la sala principal tapan muy bien cualquier sonido que no sea el de los puñetazos y gritos de dolor.
-¿Esto tiene puerta trasera?-Pregunto Traidoro, que aún no se ha enterado de donde hace el reparto, a lo que Eracles respondió con la típica mirada de "¿Este tío es gilipollas o qué le pasa?".
Y salimos por la puerta de atrás justo a tiempo para ver cómo los guardias quemaban la taberna, y la gente salía disparada del edificio, bonita manera de acabar una pelea de bar.

Las aventuras de traidoro el mazafesioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora