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王子 final.
—¿Me vas a decir ya que te sucede?
ㅤㅤLa voz de Akane había interrumpido el interminable silencio en el que se habían inmiscuido.
ㅤㅤChangbin subió la mirada desde el puff donde estaba sentado, encontrando los ojos de la chica, su expresión fue seria, completamente plana. No pudo decir nada, sabía que si abría la boca todos sus sentimientos saldrían a la luz, y no quería aquello.
ㅤㅤNavidad era en dos días y él se había ofrecido a ayudar a Akane a terminar de decorar su casa mientras su familia salia a la pista de hielo local. Akane amaba patinar, y justamente por eso la habían dejado en forma de castigo por haber roto la estrella del árbol mientras jugaba con sus primos pequeños, así que tuvo que quedarse a terminar las decoraciones aquella vez; y Changbin había ido para hacer aquella tarea menos pesada.
ㅤㅤLo que había iniciado en una pequeña broma se había salido de las manos de la chica, pues había querido jugar un poco tomándole el pelo a Changbin y había empezado a alardear sobre Minho, supo que había sido mala idea cuando la sonrisa de Changbin se borró y permaneció callado todo el rato después.
—¿Te vas a quedar callado? —Se mantuvo esperando respuesta, viendo como el chico dudaba un poco más no contestaba. Suspiró irritada entonces y se paró de su cama—. Como quieras.
ㅤㅤChangbin la siguió con la mirada cuando abrió su puerta y salió, no supo si seguirla o no. Dejó caer su cabeza cansado, preguntandose como es que aquella chica había entrado en su cabeza en tan pocas semanas y parecía instalarse ahí con ímpetu, sin querer salir de sus pensamientos ni día ni noche.
ㅤㅤEra extraño para él, nunca le había gustado tanto una chica.
ㅤㅤSuspiró una vez más. Era ahora o nunca. Con decisión se impulsó poniéndose de pie, dirigiéndose a buscar a Akane para decirle de una buena vez todo lo que pensaba, y tal vez darle unos buenos besos.
ㅤㅤPero se arrepintió al abrir la puerta.
ㅤㅤToda su valentía se había ido tan rápido como llegó. ¿Y si a ella no le gustaba? ¿Qué tal si en serio le gustaba Minho? Nunca le había dado indicios de que le atrajera, sólo un abrazo una vez y aquella vez donde después de salir beso su mejilla, pero nada más, aunque Akane no era alguien de demostrar mucho sus sentimientos. Pensó. Estaba indeciso ahora, pero tenía que hacer algo, o al menos intentarlo, no le gustaba aquella sensación, y tenía que intentarlo por lo menos una vez en su vida incluso si era rechazado.
ㅤㅤSe movió del umbral de la puerta donde había estado parado, dirigiéndose con parsimonia en dirección a buscar a la chica, pudo saber que estaba en la cocina cuando escuchó su voz a través de las paredes, al parecer hablaba por teléfono; y una vez más, una mueca y un pequeño malestar se habían instalado en él al saber que hablaba con Minho.
