El hombre que había vivido muchos años, para ser mas exactos un 76 años, mas de medio siglo, era algo de admirar. Él cada dia se sentaba en el banco de un parque ¿Que hacia? Os preguntaréis, pues nada, simplemente observaba la vida de los que pasaban ante sus ojos.
La mayoría de esas personas eran niños, ya que frente al banco dónde se sentaba había un parque infantil. También observaba a los jóvenes que estudiaban bajo la sombra de un árbol. Le recordaban a él cuando estaba en la universidad preparando el doctorado para convertirse en un gran médico y ganar mucho dinero.
En esta época el estaba "atontado" porque como la mayoría de todos había caído en las garras de la alocada juventud. Al final, no todo fue tan malo, ahí conoció a la que sería su futura esposa. El joven acabó graduándose sin ningún problema.
Esos recuerdos tenían un sabor agridulce.También de tanto en tanto, por delante del banco pasaban hombres trajeados y mujeres con vestidos elegantes. Esas personas debían de tener un buen trabajo, al igual que él había tenido en aquel prestigioso hospital siendo un gran médico que había llevado a cabo diversos descubrimientos sobre la cura de varias enfermedades.
Se había casado con una hermosa mujer, y en cuanto a dinero, nunca le había faltado. También tenía muy buenos compañeros y amigos en los que podia confiar, no podía quejarse.
En el parque veia cómo padres e hijos jugaban juntos, eso le recordó cuándo hacía lo mismo con su hija. Se hizo cargo de ella él solo, ya que desgraciadamente su mujer falleció en el parto. A pesar de esa pérdida el cuidó con esmero de su pequeña. Escuchó sus primeras palabras, le sujetó en sus primeros pasos, leyó las primeras letras con las que escribió su nombre, la vió alcanzar la adolescencia y con ella sus primeras dudas sobre ciertas cosas, como llorar o reir por el amor. Al final encontró un hombre con el cual juró pasar el resto de su vida. Se graduó de la universidad, consiguió su primer trabajo, se caso y así con el tiempo nació su hijo, convirtiéndole en abuelo.
No había tenido una mala vida, no se podía quejar, había tenido muchas cosas...poder económico, personal y social, sin embargo como cualquier persona también había perdido otras. Estaba teniendo una buena vejez, tranquila y con dinero.
Cualquiera que este leyendo esto podria pensar 'Yo también quiero vivir así'. Pero preguntaros ¿Ese hombre realmente estaba contentó con lo que había logrado? Quizás sí o quizas no, decidirlo vosotros mismos.
Al envejecer empiezas a ver el mundo de una forma distinta, te preguntas si tus decisiones pasadas han sido las acertadas, también te preguntas ¿Y si yo hubiera?... Ya no esperas nada de nadie y no hay ilusión ni proyectos, porque sabes que en cualquier momento puedes estirar la pata. A ese hombre le pasaba lo mismo que a cualquier persona de su edad, simplemente pasaba sus dias sentando en un banco recordando su vida, aferrándose a sus recuerdos y reviviéndolos, observando la vida de los demás.
Un día de primavera en el banco de siempre un niño se acercó al anciano, el pequeño debia tener unos 6 años. Y le dijo:
-Señor ¿Por qué siempre está aquí sentado?Su voz era tan dulce e inocente. El hombre respondió toscamente:
-Por qué me gusta.
A diferencia del niño su voz era áspera.-¿Y no se aburre?- continuó preguntando el chico.
-No, es agradable- respondió el viejo hombre.
El niño se sentó a su lado
-Pues me sentaré con usted, siempre es mejor estar con alguien, porqué yo me aburro cuando estoy solo.El hombre guardó silencio y el niño simplemente se quedó a su lado.
Al dia siguiente, el niño se volvió a sentar al lado del anciano, ninguno de los dos dijo ni una palabra. Así durante dos semanas, hasta que un dia el hombre por fin preguntó:
-¿Por qué haces esto? Solo soy un viejo que pasa sus últimos dias viendo pasar a los demás sentando en un banco.Él era un niño de 6 años ¿cómo iba a querer escuchar a un anciano que pasaba el final de sus dias observando a la gente sentado en un simple banco, de un parque cualquiera?
-Señor, usted ha vivido mucho y seguro que sabrá muchas cosas, además no me aburre ver lo que usted ve, aunque no me cuente nada, me gusta estar así, aprendiendo a mirar.El hombre se quedó perplejo ante tal respuesta de aquel pequeño niño de tan corta edad. A partir de ese momento hablaron mucho, sus conversaciones no tenían nada en especial, quizas para otros pareciesen aburridas, pero para ellos eran agradables.
En ese tiempo el hombre recordó algo que había olvidado, él también habia sido un niño.
Durante 5 años el chico permaneció siempre al lado del viejo hombre, los dos sentados en aquel banco, viendo pasar la vida de cientos de personas.
El hombre sentado junto al chico un día mas, como siempre, murmuró, esta vez con la mirada perdida:
-Los niños son los pequeños maestros que han venido a este mundo a recordarnos lo que es la ilusión.El hombre cerró los ojos, suspiró profundamente y el latir de su corazón se detuvo.
______________________________________Esta es una de las primeras historias que hice realmente es una de las que mas orgullosa estoy. Espero que os haya gustado y ojala hayáis aprendido algo nuevo, espero que disfrutéis de las próximas grandes historias que vienen. Gracias por leer y comentar cualquier opinión o critica que queráis.
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HISTORIAS A OJOS DE NADIE
Short StoryPárate....no camines...no hables... no pienses en nada...detente a escuchar tu respiración, mira a tu alrededor y presta atención al sonido que te parezca mas insignificante. La vida pasa rápidamente y se nos escapan detalles y momentos que ya no v...