Maraton 1/3 - Capitulo 35 - ¿Le hizo eso a Grace?

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Maraton 1/3 Capítulo XXXV

Cuando desperté el sol aún no aparecía. Justin estaba en una de aquellas extrañas noches en las que decidía dormir y no quedarse despierto mirándome. Sonreí y aprecié su rostro mientras dormía. Él se veía relajado y de su edad... bueno, no exactamente de su verdadera edad, sino de su edad fisiológica, porque en estas últimas semanas todos teníamos caras de tener por lo menos diez años más de los que en realidad teníamos.

No alcancé a mirarlo más de un minuto cuando Justin se despertó. Primero frunció el ceño con los ojos cerrados, viéndose irremediablemente lindo, luego giró en la cama y finalmente despertó.

—Mmm... ¿_______(TN)?
—¿Sí? —susurré.
—Estás despierta —murmuró y se sentó en la cama, desperezándose tan rápido que nadie habría pensado que hace no más de sesenta segundos atrás estaba durmiendo.

Desde que todo esto había empezado, no había podido conciliar el sueño durante más de tres horas seguidas. Tenía constantes pesadillas. La mayoría involucraba sangre, colmillos gigantes y gente desangrada. No podía evitarlas.

—Siento no poder ayudarte —se lamentó Justin.
—No lo sientas, está bien —me senté junto a él en la cama y lo abracé. Ambos sabíamos muy bien que con un simple truco psicológico mi mente podría descansar en paz durante mi sueño, pero por muy simple y fácil de llevar a cabo que eso fuera, requería de una cantidad de energía que podía ser vital por si algo ocurría. Ninguno iba a arriesgarse a desperdiciarla.

Estuve a punto de besarlo, pero Justin se exaltó y se levantó rápidamente de la cama. Desapareció de mi vista con aquella gracia sobrenatural (literalmente) a través de la puerta. Algo confundida me levanté rápidamente, ignorando el hecho de que lo único que tenía puesto era una de sus camisetas y mis bragas.

Medio a tropezones debido a la oscuridad bajé las escaleras hacia la sala. Escuché algunos disturbios fuera de la casa, aunque no alcanzaba a distinguir bien las voces. Sentí una ráfaga de viento mover mi cabello cuando alguien pasó a mi lado. Ni siquiera alcancé a ver quién había sido.

Justin y Elina entraron arrastrando a una mujer a la casa, con Grace detrás que miraba la escena algo confundida.

—¿Qué está ocurriendo? —pregunté, desconcertada. Elina gruñó y agarró a la mujer del cuello, lanzándola contra la pared y aboyándola en el proceso. Ahogué un grito llevando mis manos a mi boca. 
—Esto ocurre —gruñó ella. Sus ojos se volvieron dorado brillante y la mujer gritó antes de retorcerse de dolor en el suelo. Entonces cambió de forma a una que yo reconocía perfectamente bien. Herminia.
—¡_______(TN) al sótano, ahora! —me ordenó Justin, tan enfadado que ni siquiera se me ocurrió replicar. Bajé corriendo las escaleras de la cocina que llevaban al sótano—. Grace ve a revisar que no haya nada.

Grace cruzó por mi lado en otra ráfaga de viento y salió del sótano antes de que yo terminara de bajar la escalera. Aquel lugar era el lugar designado para protegerme si algo sucedía, ya que no tenía ninguna otra entrada más que aquella puerta secreta en la cocina que solo era visible cuando se levantaban una compuerta que se camuflaba con el piso de madera.

—No hay nada, puedes bajar —me dijo ella y volvió a la sala. Odiaba no poder estar ahí pero era consciente de que cualquier cosa podía sucederme porque fuera como fuera, seguía siendo mortal.

|*|

—¿Hay alguien más además de ti? —le preguntó Elina. Herminia pareció resistirse un poco más, pero entonces un hueso crujió en su interior y volvió a retorcerse en el suelo. Ella era el único vampiro que podía usar sus poderes contra entidades de mayor rango.
—No —gimió ella.
—¿Alguien más sabe que estás aquí?
—No... vine por mi cuenta.
—Bien, pues resulta que ahora estoy de su parte —Elina sonrió con malicia patentada—. No ejerces poder alguno sobre mí, así que mejor empieza a hablar. No te preocupes, te mataré de todos modos pero será una muerte rápida e indolora, al menos que te busques otra cosa.

Casi apreció que se había rendido, pero fue un movimiento tan rápido que ninguno de nosotros alcanzó a prevenir. Herminia se levantó y tiró a Elina contra la otra pared y a mí luego de ella. Tiró de Grace y cortó su muñeca. Ella gimió de dolor y Herminia prosiguió a tomar su sangre, dejando en claro su propósito.

Me levanté con rapidez y tiré de Grace para alejarla de ella, al mismo tiempo que Elina detenía a Herminia. Esto no podía ser bueno.

Cuando Elina intentó infringirle dolor, no fue solo Herminia la que se retorció de dolor, sino que también Grace, y ambas cayeron al piso. 

—¡Detente, le estás haciendo daño! —le grité a Elina, sosteniendo a Grace entre mis brazos. Estaba respirando agitada. Cualquier cosa que le sucediera a Herminia Grace lo recibiría el doble de fuerte, ya que poseía mucho menos fuerza que Herminia.
—¿La fusión se llevó a cabo? —preguntó Elina sin despegar los ojos de Herminia.
—Sí —respondí entre dientes. En un abrir y cerrar de ojos Herminia estaba contra la puerta de nuevo. Ninguno de los dos se movió, sabíamos que cualquier cosa que hiciéramos le jugaría en contra a Grace.
—Nos fusioné —sonrió con malicia—. Cualquier cosa que me pase, le pasará a ella, así que yo no intentaría hacer nada al respecto.

Y desapareció fugazmente de nuestro perímetro de visión.

—Diablos, Grace —susurré y aparté el pelo de su cara. Yo era consciente de la magnitud de los poderes de Elina, y si afectaban a Herminia de esa manera no quería ni imaginar el dolor que estaba sintiendo Grace—. Ey, tranquila, ya está.
—Joder... —gruñó entre dientes—. Duele como mil demonios.
—Lo siento, Grace —Elina se agachó junto a ella, arrepentida—, no pensé que lo lograría con tan poca cantidad de sangre.
—No fue poca, casi rebana mi mano con ese... —soltó un alarido antes de terminar la oración.
—Tranquila, pasará en algunos cuantos minutos —dijo Elina con voz reconfortante.
—Elina, ¿puedes decirle a ________(TN) que ya puede venir? —suspiré.
—Voy enseguida.

|*|

—¿________(TN)?

En cuanto escuché la voz de Elina salí disparada de mi escondite asignado hacia la superficie.

—¿Está todo bien? —pregunté alarmada.

Ella frunció el ceño.

—No exactamente.

La miré notoriamente preocupada y corrí a la sala, preguntándome qué demonios había sucedido. Todo lo que pude procesar era que Justin estaba sosteniendo a Grace entre sus brazos y que Herminia no estaba.

—¿¡Qué demonios pasó!? —jadeé, desconcertada.

Elina apareció a mi lado.

—Casi la detuve —dijo ella en un susurró que casi contenía culpa—. Confié demasiado en que no sería capaz de levantarse. Tomó a Grace y se fusionó con ella.
—¿Qué? —si había un nivel de confusión más alto que ese dudaba que alguien hubiera estado ahí nunca.
—________(TN), cuando algún ser toma sangre de vampiro, tiene la capacidad de curar sus heridas —me explicó Justin—. Pero eso viene con un precio: el ser que haya tomado la sangre se fusiona automáticamente con el vampiro y lo que sea que le pase a cualquiera de los dos, le pasará al otro respectivamente durante siete lunas.
—¿Le hizo eso a Grace? —gemí. Él asintió levemente con la cabeza.
—Voy a llevarte a una habitación para que te recuestes. Al menos sabemos que nadie va a lastimarte si saben que estás fusionada con ella.
—Eso no me alivia —dijo Grace y luego soltó unas maldiciones mezcladas con gruñidos. Justin la levantó del suelo y la llevó hacia arriba—. ¿_______(TN)? ¿Qué habitación ocupo?
—La de invitados —subí corriendo las escaleras para adelantarlos—. Es por aquí.

Cuando Justin hubo dejado a Grace en la cama, todo mi mundo pareció sacudirse de nuevo. Si Herminia sabía dónde estábamos, eso significaba que todos aquellos vampiros que querían derribarnos lo sabían también.

—Nos iremos de aquí en cuanto Grace sea capaz de levantarse —dijo Justin duramente, pero el titubeo de su voz delató su preocupación.
—Es demasiado tiempo, ustedes tienen que irse ahora mismo —espetó Elina.
—¡No voy a dejar a Grace sola! —gruñó Justin.
—Yo voy a quedarme con ella, no tienes otra opción.
—No confío en ti, serías capaz de matarla para conseguir que Herminia desapareciera del radar.
—Sabes que nunca haría eso —Elina estaba total y realmente ofendida. No la conocía lo suficientemente bien como para decir que confiaba en ella, pero no parecía del tipo de persona que haría eso.

Justin me miró con ansiedad. Yo no sabía qué decir, ni siquiera estaba segura de entender que estaba pasando. Él pareció evaluar sus opciones un momento. Al final, suspiró pesadamente.
—Si te atreves a ponerle una mano encima...
—¡No empieces, Justin! —gruñó. Ahora no estaba ofendida, estaba enojada—. ¡Yo jamás le haría eso a alguien! No he matado a nadie hace cientos de años, solo tomo sangre de los humanos y luego borro de sus recuerdos lo que sucedió, porque entiendo cómo se siente perder a las personas que amas. Estoy de su parte, ¿sí? Quiero esto tan malditamente mal como ustedes, y si te quedas aquí unas horas vas a conseguir que alguien mate a ________(TN).

Justin entrecerró los ojos hacia ella, pero la mención de mi muerte lo hizo cambiar de opinión. Finalmente me miró con expresión seca.

—Ve a empacar un poco de ropa, rápido, tienes cinco minutos.

Estuve a punto de fruncir el ceño hacia él por aquella actitud poco condescendiente, pero alcancé a frenarme antes de que eso sucediera y solo atiné a asentir con la cabeza y subir corriendo las escaleras para hacer mi mini-equipaje.

*

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lo prometido es deuda yo se los dije y aqui esta lo siento si no subi el viernes pero estuve preparando el regalo de mi mamá ya que aqui en mexico el dia de las madres fue ayer ademas mis papas cumplian 16 años de matrimonio, asi que no pude hacer nada :(

pero aqui el cap y si vieron la descripcion se daran cuenta que es maraton aprovechenlo, aun no arreglo el siguiente cap pero en menos de 1 hora se los publico y el ultimo mas tarde =)

VOTEN Y COMENTEN --- no se les caera la mano xD 

 

Bye

 

Night View |j.b| [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora