Sombras Aterradoras

206 7 3
                                    

Madera crujiendo, sombras moviéndose, ruidos, pájaros, todos los monstruos de la noche despiertos.

Ana, despierta de nuevo, no podía conciliar el sueño, ella tenía la convicción de que había visto uno, un ser, un monstruo, algo.

Asustada, Ana,  se levantó.  Un fuerte relámpago sucumbió en su habitación, en busca de refugio, decidió ir a la habitación de sus padres.  En el pasillo, la madera crujía bajo sus pies, como advirtiéndole que tuviera cuidado. Otro relámpago, giro rápidamente su cabeza hacia la ventana del pasillo, oscuridad y nada más.

Siguió adelante, el pasillo parecía no tener fin con sombras acechándola por detrás, tenía la piel de gallina y la adrenalina a mil. Comenzó a caminar más rápido, sentía como se le cristalizaban los ojos, monstruos invisibles la seguían, hasta que llegó.

-Por fin- susurró  parada en frente de la puerta de sus padres. Miró fijamente la manilla por un rato, con la respiración agitada, hasta que el pasillo se ilumino de nuevo. Otro relámpago, instintivamente miro hacia la ventana, asustada, alterada. Había solamente una mecedora, una mecedora y nada más.

-De…de dónde salió?- murmuro incrédula, dirigió nuevamente su mirada hacia la manilla, pero al estirar la mano para girarla,  sintió una corriente de aire deslizarse por su espalda, retiró la mano, giro sobre sus talones, pero solo vio oscuridad. Ya con lágrimas deslizándose por su rostro miro nuevamente hacia la ventana, hacia la mecedora, que ahora se balanceaba lentamente sin detenerse. Una respiración … una respiración sentía detrás suyo, pero no era una respiración normal, era como de animal, como aquella respiración de Skay, aquel perrito que la acompañó  durante sus primeros años pero que había sufrido un trágico final.

Giró su cabeza lentamente, imaginando lo que estaría detrás de ella, hasta que lo vió… allí estaba.  Quiso gritar, pero no le salía la voz, comenzó a retroceder lentamente, giró y empezó a correr, sentía como se acercaba detrás de ella. Llorando logró entrar a su habitación, apoyada en la puerta sintió como él empujaba detrás, no soportó mucho y la puerta se abrió de golpe, ella cayó, sería su final, éste se acercó, ella cerró los ojos fuertemente, una lágrima cayó... y luego despertó. 

Sombras AterradorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora