(She's a Drama Queen) Pensamientos de una adolescente dramática [Sin Editar]

Capitulo 11.- Bitches just wanna have fun.

Capítulo 11.

"Los veo a las 5:00 para ver el atardecer alcoholizados :) "

Texteo hábilmente y guardó mi teléfono en la Givengy rosa que compre por mero capricho. Y unos tacones bellísimos me acompañaban al caminar, recordándome lo brutalmente incómodo que podía ser estar a la moda.

Seguí avanzando con mis centímetros de infierno mientras observaba lo perfecto que estaba el día para salir y yo combinaba con esa cualidad. Mi blusa Club Mónaco de seda y el denim short que llevaba puesto me daban la frescura que se necesita en LA. Y a juzgar por la cantidad de mensajes en mi celular hoy era día de OAK, un centro nocturno de moda.
Tomaba té verde helado de mi tienda vegana favorita mientras recordaba lo extraordinario que se sintió haber dejado ahí encerrado al odioso Gato. ¿Adivinen quien termino sobornando al conserje? Mi siguiente paso era él ¿Quien era, y quien en su sano juicio se iría con semejante retorcida?
Me dispuse a recordar. Un rubio con buen cuerpo... ¡Vamos! ¡Vivíamos en California, podría ser cualquiera! 

Seguí paseando por el corredor de tiendas  hasta entrar a una vinoteca. Hoy iría a Malibu with The Guys, así qué para cumplir la misión necesitaba comprar alcohol.
Seleccione varias botellas individuales Moet para una tarde "tranquila" en la playa, la cajera no dudó en pasar el alcohol por el registrador cuando vio mi tarjeta negra, así que el ID no fue ningún problema, o eso fue lo que creí.
-Disculpa, me muestras tu identificación.-Demandó la hippie con pelo morado y onda de surfista.
Saque lo que pidio en una copia perfectamente hecha. Le sonreí falsamente, maldita envidiosa ¿Como creían que salíamos mis amigos y yo todo el tiempo?
Ser amiga de James hijo de un político tenía sus ventajas, él contaba con todos los contactos ilegales del estado.
Dicen que la vida es complicada pero con el capitalismo todo era adquirible. ¡Como adoro el materialismo de los Estados Unidos!

Acordamos salir todos a cenar haciendo un pre-drink e irnos todos juntos después al club.
Poco a poco me iba sintiendo en mi zona de confort de nuevo, los chicos ya no estaban tan distraídos y todo marchaba como reality de The Hills.
Obviamente yo era Olivia Palermo, Polly podía ser Lauren. Barbie... diría que Heidy, pero ella es mucho mejor y más divina que eso.

Caminaba con Paul y Randy, mis cuties de NYC, el primero vino por asuntos de negocios y el último por un bronceado a la 90210.
-Adoró que el rubio de tu cabello combina con mi tarjeta.- Randy río ante la platino de Paul mientras esté pagaba en Versace.
Salimos de la tienda y seguimos paseando por Rodeo Drive, el día parecía una perfecta de postal, y el sol se reflejaba en nuestras gafas oscuras.

Paul tomó un sorbo de su Cold Brew mientras volteó a verme.
-La verdad es que quisimos aprovechar el viaje para verte y hablar contigo, te extrañamos mucho en New York.-di un largo suspiro-La Isla no es lo mismo sin ti.-Complemento Randy.
-Tienes que pasar unos días con nosotros en los Hamptoms, a Fabella le encantaría verte. Sabes que mi hermana te adora.- Pronunció Paul con cariño.
Recordé a Fab bailando encima de la barra de uno de los tantos bares en Soho, invitándome a subir con ella. Buenos y alcoholizados tiempos.
- Y yo a ella, lo sabes. Sobretodo a ustedes.- Conteste con amor. Fueron mi soporte en mi estancia allá, sinceramente no había mejores personas en los cuales confiar. Podría decirles que mate a alguien y me ayudarían a esconder el cuerpo.
-Eso es mentira, hace mucho tiempo no vas a visitarnos, ni siquiera en Fashion Week...
-Eso es porque es mejor la de Paris.-Sonrió puntualizando lo obvio. Randy suelta una carcajada y ambos asienten.- Siempre serás una newyorker por dentro, deberías pasar más tiempo con Silvia y así tendrás una excusa perfecta para irte una temporada antes de entrar a Ivy League.- réplica Paul.
Silvia era mi abuela materna, la matriarca de la familia Shavonne. Los bisabuelos llegaron antes de la Segunda Guerra Mundial a la costa de New York, es ahí donde una joven Silvia conoció al hijo de uno de los más grandes magnates que dominaban la gran ciudad, Andrea. Mi abuelo.
Y aunque adoro la gran manzana con locura, todo lo que dicen es una verdad absoluta pero el drama que se desató hace dos años me impide regresar, ojalá hubiera sido mío para contarles el porqué de mi partida pero técnicamente era imposible decir uno de los secretos más grandes de Polonia. A sido la única vez que nos hemos peleando, y a decir verdad el único motivo por el cual ahora nos volvimos aun más unidas.

Los secretos carcomen vidas pero unen personas.

Sacudí el oscuro pensamiento de mi mente, fingí mi mejor y más resplandeciente sonrisa. Esa que usas para distraer a los demás cuando un tema se torna tenso.

-Entonces, ¿su casa de playa o la mía?

Al final todo es soportable con un poco de playa y Rose Champagne, ¿o no?.

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Volví y espero no irme pronto.
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XO