Si existe un Dios, él tendrá que
rogarme para que lo perdone.
Inscripción hecha en
un muro en el campo
de concentración de Auschwitz
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Donde los pájaros no cantan
Historical FictionUna maldita lágrima recorría tu rostro huesudo, al recordar aquellos momentos y entonces, te aferrabas las uñas a la carne, en un intento por mitigar tu dolor; llorabas y suplicabas, pero nada, nada, podía devolverte aquella vida que un día tuviste...
Donde los pájaros no cantan
Si existe un Dios, él tendrá que
rogarme para que lo perdone.
Inscripción hecha en
un muro en el campo
de concentración de Auschwitz