—"Los sabios dicen que sólo los tontos se enamoran.
Pero no puedo evitar enamorarme de ti..."—Un incompetente era yo al ni siquiera poder mirarte a los ojos, aquella sensación que tenía era errónea y lo que haría también lo era.
Ir me sería lo más seguro.
—"Si me quedo..
¿Sería un pecado?
Porque no puedo evitar enamorarme de ti..."—Sería mal visto en la armada que un hombre guste de otro, no quiero que nada malo té pase.
Pero no puedo evitar decir lo que siento.
—"A medida que el caudal de los ríos, suavemente van al mar.
Darlin, allí vamos, algunas cosas estaban destinadas a ser...
Toma mi mano, toma mi vida entera también
Porque no puedo evitar caer en el amor contigo..."—Por eso te escribo estas palabras en una servilleta sucia del Mcdonald.
Perdón, Tord no me quiso dar una página limpia.
Ah, puedo imaginar tu sonrisa al leer eso, haz de pensar que soy un tonto.
—"No puedo evitar... caer en el amor contigo."—
Patryck DuDuLewicz te amo, te amo desde la primera vez que me sonreíste.
Amo todo de ti, amo tu cabello, tus ojos y que me regañes por no dejar el cigarro.
No sé qué más poner para expresarme, quizá una canción...
-Paul.
•••
— Por eso te canto, te canto esta canción que demuestra perfectamente lo que siento por ti. —susurró incomodo el holandés, dejando de tocar aquel desgastado ukelele, estaba algo ansioso por lo que llegase a decir su amigo polaco.
Patryck se mantenía en silencio mirando al suelo sin mover músculo alguno, cuando Paul iba a hablar para decir que lo sentía, el polaco lo abrazo con rapidez callando al holandés.
— También te amo... —dijo sin rechistar, pequeñas lagrimas cristalinas salían de sus ojos y una pequeña sonrisa se asomó por sus finos labios.
El fumador también poseía lagrimas en sus ojos y una tímida sonrisa, tomó las mejillas del polaco y lo beso. Era un tierno vals, sus labios encajaban perfectamente, los labios del polaco eran suaves y dulces para el fumador. Y los labios del holandés eran embriagantes con ese sabor a nicotina un sabor que extrañamente le encanto a Patryck. Al separarse, Paul pudo ver eso que tanto deseaba, un sonrojo en las mejillas de Patryck más una reluciente sonrisa causada por él.
— No puedo evitar... caer en el amor contigo. —murmuró el polaco con voz dulce causando una sonrisa en el holandés quién lo abrazo y junto sus frentes.
I żyli, lang en gelukkig.