Después de lo vivido, que es poco, pero intenso, después de la tormenta y de afrontar problemas que realmente te ponían entre la vida y la muerte, llega la calma. He viajado, sentido y amado; Lo tengo todo en cuanto se puede pedir; Tengo una familia maravillosa, amigos increibles y la mejor novia que se puede tener.
Pero los problemas diarios siempre estan ahí, no hay problema personal que sea más importante que el de otra persona.
En mi caso cada problema me pesaba, cada complicación me estresaba y hacia que me agotara, eso debía cambiar, y así fue.
Cuando te enfrentas a un miedo o a un problema de otro nivel y le ganas no sabéis lo que se siente, sientes que puedes con todo y cada problema que va detrás de este se empequeñece, en resumidas cuentas hace que veas la vida de otra manera, que sonrías y quieras vivir, que ya nada te parezca un obstáculo.
Quitarte un peso de encima, lo mejor que hay, tener mil metas y sobrepasarlas todas, que ya nada te de miedo y que solo quieras luchar.
