Osa persuasiva

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Adrián estaba escribiéndole una nota a Alba.
Ella se acercó sigilosamente, pero que coño, de sigilosa no tiene nada, sólo le faltaba una pandereta. Adrián la guardó sobresaltado.

Adriánguapotefollo:
-A-Alba... No te he oído llegar (no, que vaJAJAJAJAJAJ)

Alba:
-¿Qué estabas haciendo?

Adriánguapotefollo:
-Nada nada, no tiene importancia

Alba:
-Bueno... Sé que sí, es algo

Alba sonrió y se acercó a él. Se sentó a su lado y le miró a los ojos, joder, otra vez ese verde pistachil, la ponía to perraca.

Ariánguapotefollo:
-Debería irme ya

Alba quería que se quedase, bueno, ella quería empotrárselo contra el armario, pero vamos a ser sutiles. Asintió y lo acompañó a la puerta.

Madre de Alba:
-¿YA SE VA EL PINFLOI ESE? DILE QUE SE QUEDE A CENAR O ALGO DESGRACIAA

A Alba se le iluminaron los ojos, era la primera vez que su madre aportaba algo a la humanidad.

Adriánguapotefollo:
-Bueno, puedo preguntarle a mi madre

Alba sonrió y le dijo que sí, luego fue a la cocina a hablar con su madre.

Madre de Alba:
-¿Quieres que haga las alcachofas que sobraron ayer?

Alba:
-Pero de qué vas caracandao

Madre de Alba:
-Ya empezamos, te voy a quitar tus cayus esos eh

Alba:
-MIKAYUU. ES MIKAYUU.

Madre de Alba:
-No, ese es el calvo del clan

Alba:
-Déjalo

Madre de Alba:
-¿Las alcachofas?

Alba quería rajarse las venas de arriba abajo, pero prefirió ignorar a la osa e ir de vuelta con Adrián.

Adrián estaba con su móvil, sonriendo, de pronto se oyó una notificación y su sonrisa aumentó, ¿con quién estará hablando? Pensó Alba...

cinqenta shadous de AlbulosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora