MENSAJE SECRETO

286 19 8
                                    

MENSAJE SECRETO

No podía dejar que sepa que su propia novia estaba de parte de su enemigo y de alguna manera eso lo dejaba como un cornudo enfrente a los demás, algo que sé no podría soportar. Si ella quería seducir al competidor yo seré aun peor.

Usando la ropa más descarada de mi armario me dirijo hacia el sitio de encuentro. Mi jeans ceñidos al cuerpo con unas botas militar es la combinación perfecta para llamar su atención y no me equivoque porque ni bien me echo el ojo no dejo de mirarme fijamente. Tampoco me hice rogar y me acerque lentamente hasta quedar frente suyo. Unas pocas palabras y gestos insinuantes fueron suficientes para que quede prendado de mí. Nunca me gustaron este tipo de provocaciones por parte de las mujeres pero es algo que debo hacer para no dejar a alguien humillado. Unos cuantos besos y promesas que sé nunca se cumplirán dejaron a Ezequiel prácticamente caliente. Dos semanas fueron lo que tardo para comenzar a sacarme información sobre Julián. «Pobre idiota»

Comencé a escuchar rumores sobre mí circulando por la facultad y al principio me molesto. Escuchar tu nombre acompañado por las palabras “zorra” o “puta” no es nada agradable y más, si además los hombres al pensar que es verdad quieran tomarse libertades. Por ahora no hare nada para desmentirlo, es mejor que todos crean que soy así.

La observo sin poder creer lo que veo. Su vestimenta y su comportamiento no es algo común en ella. Su mini falda en conjunto con su top y combinada con unas botas militar desmienten todo lo que algunas vez creí. No me llevo bien con ella y ahora mi antipatía es mayor al verla confraternizar con mi enemigo. Los rumores que escucho tampoco la ayudan sino que la hunden aun peor. Tampoco la vi desmentir ninguno de los rumores y eso llevo a que muchos hombres comiencen a querer algo de ella.

Sonia es mi fuente de información más confiable y no es muy alentador lo que me cuenta. Mi novia por alguna razón la odia más que nunca. No puedo negar que al principio había una antipatía palpable pero ahora llego lejos. Según rumores se dice que se acuesta con el primer hombre con que se cruza y Ezequiel es prueba de aquello. Abigail no es una chica tímida pero tampoco es conocida por tomarse libertades con los hombres. Hasta en su momento podría haber jurado que era virgen, ahora ya no pienso lo mismo.

Algo que me alarmo en sobremanera es enterarme que Abigail esta compartiendo información sobre mí con los competidores. Llego demasiado lejos, una cosa es que sea una puta y otra cosa es que intercambie información perjudicándome.

El enojo me consumía y tenía que enfrentarme con Abigail para ver si lo que escuche es verdad. La espere en el estacionamiento del bar que últimamente esta frecuentando con su novio. La oscuridad es algo que utilice en mi favor y la sorprendí desde las sombras cuando se dirigía hacia su auto.

—Hola Abigail— la saludo mientras le cierro cualquier punto de escape y la dejo en un rincón sin salida. Ella brinca de la sorpresa pero eso es solamente lo que demuestra porque su rostro esta impasible.

— ¿A qué se debe este honor Julián?—una sonrisa falsa se forma en sus labios mientras se acerca un paso a mí.

Tendría que tenerle asco por sus actividades pero de alguna manera mi cerebro no piensa así sino que quiere algo que nunca voy a admitir. Además como voy a querer a una chica como aquella de cabellos negros como la medianoche, tez morena y ojos castaños; si a mi lado tengo a una rubia que fácilmente puede eclipsarla con su mera presencia.

—Ha llegado un rumor a mis oídos—me acerco un paso hacia ella y quedo frente suyo. Aprovecho mi altura para intimidarla y la miro fijo antes de proseguir—y quiero que me saques de dudas.

— ¿Cuál de todas? Porque corren tantos rumores a mis espaldas que la verdad estoy perdida—sus ojos me enfrentan y no hay señal de intimidación.

MENSAJE SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora