Capitulo 2: Without me

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https://youtu.be/rQH8vrOBrPs

Cuando pasó el tiempo, Yuki volvió a la habitación, al mirar uno de los relojes que había en la mansión, se dio cuenta de que había pasado casi una hora desde que los había dejado solos, esperaba que hubiera sido el tiempo suficiente para que la chica le dijera al Opast todo lo que no podía decirle a él. De cierto modo, le alegraba que hubiera alguien más a parte de si mismo que no le tuviera miedo a Luka y pudiera confiar en él más allá que solo en el ámbito de la lucha.

-Se puede? -preguntó momentos después de que golpease la puerta anunciando su llegada, se quedó en silencio solo para comprobar si podía escuchar voces al otro lado de la puerta, pero no logró escuchar nada, hasta que la puerta fue abierta por el pelinegro-. Luka -le sonrió al momento de verle pero la expresión en los ojos que traía el Opast lo hizo cuestionarse sobre si sucedió algo mientras los dejó solos-. Está todo bien? -preguntó al ver que el pelinegro no se movía ni decía nada-. Luka?

-Papá solo tiene muchas cosas que pensar, Yuki -la voz de la chica se dejó oír en el fondo de la habitación, el castaño tuvo que asomar su cabeza por un costado del cuerpo del duras ya que era demasiado alto para intentar ver por sobre su hombro. A un lado de la ventana, se encontró a la joven, apoyada en el marco de la misma, con una expresión relajada en su rostro, lo cual lo confundió aún más, era difícil poner a Luka en el estado en el que estaba, solo había pasado una vez en todo el tiempo que llevaba conociéndolo y esa vez se había alejado. ¿Qué le pudo haber dicho para tenerlo así?-. Hasta que eso suceda, podemos ir a buscar algo que comer? Muero de hambre

Esa petición logró distraerlo, tenía que hablar con Luka, lo sabía, pero no era el momento, además, era verdad que no se había preocupado por preguntarle a la chica si deseaba comer algo o no. Aún no demasiado seguro, se dejó llevar por ella por los pasillos hasta la cocina.

-Vaya, la cocina sigue estando en el mismo lugar -el comentario hizo que voltease a verla, dándose cuenta de que no tenía idea de la razón por la cual lo decía. Era verdad que sabía que era la hija de Luka, pero también lo era que no sabía mucho más-.

-Haz estado aquí antes? -se sintió estúpido al preguntar algo que parecía obvio pero ya era demasiado tarde para retractarse-. Yo ehm, quiero decir...

-Estaré aquí en el futuro, de dónde yo vengo, las cosas no han cambiado mucho, al menos en infraestructura, quizás algunos detalles -era inútil intentar ocultarlo todo, sobretodo porque no le gustaba mentirle a su madre, era doloroso tener que mantener su distancia con el ser que más cariño le había brindado en toda su vida-. Mi nombre es Aiko Crosszeria, mucho gusto -se presentó, recordando que no le había dicho su nombre a la persona que se lo puso-.

-Yuki Giou, pero creo que ya lo sabes -respondió el castaño con una sonrisa, siendo correspondido por la chica-. Ven, vamos, te prepararé algo delicioso -no sabía exactamente de dónde nacía la euforia y la necesidad de cuidar a la joven, pero se sentía bien y se sintió mejor cuando ella amplió su sonrisa-.

Después de esa cena, los días pasaron rápidamente, las cosas siguieron su rumbo normal después de que la Luz de Dios y su guardián presentaran formalmente a todos los integrantes de la mansión Crepúsculo a la chica, aunque algunos estuvieron algo reticentes al principio -Hotsuma, preocupado por la seguridad de Yuki- pronto, todos se acostumbraron a su presencia, y aunque Takashiro intentó que ella le diera respuestas sobre su vida, lo único que obtuvo fue el hecho de que sus padres la enviaron ahí para salvar su vida de una potencial amenaza en su tiempo. La mayoría ignoró el hecho de que Luka era el padre de la chica, quien era la madre era un misterio para todos, excepto, obviamente, para el único duras que habitaba allí. Si alguno quería preguntar o tenía ganas de saber, prefirió callar pues se daban cuenta del daño que le hacían a la Luz de Dios cada vez que alguien sacaba el tema. Aun así, a pesar de la situación, tanto Luka como Yuki tendían a pasar mucho tiempo con ella, era el mismo Yuki quien se preocupaba de que ella estuviera bien, y el Opast solo se limitaba a vigilar que todo estuviera en orden, manteniendo cierta distancia con el castaño pues aún tenía en su mente las palabras de su hija, sabía que Yuki deseaba hablar con él, lo notaba cada vez que se quedaban solos porque Aiko se iba con Touko a hacer cosas de chicas, pero no le había dado la oportunidad de tocar el tema pues siempre que se daba cuenta de sus intenciones, escapaba. No era lo más valiente que había hecho pero aún no había tomado una decisión con respecto a la situación. Su único consuelo es que Yuki realmente no se quedaba solo, pues como era ya una costumbre, Sodom se mantenía a lado del castaño por cualquier eventualidad que pudiera presentarse.

La Traición no conocerá nuestros nombres (Uraboku) [En Edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora