¿Qué fue del amor?

Capitulo 4

El que una persona te diga que es lo que siente, créanme que es una de las sensaciones más bonitas y raras del mundo, jamás imaginé que pasaría, por qué siendo sinceros ¿quién sentiría algo por mí? Al pensarlo se me hace algo estúpido que alguien pueda sentir algo por mí, pero eso da igual, es algo difícil describir cómo fue, ya que eran demasiados sentimientos a la vez.
Solo recuerdo que el repetía una y otra vez que en verdad me quería y quería que pasara algo, de lo congelada que me quede ni siquiera puse atención cuando el niño me gusta me confesó que yo también le gustaba, qué raro ¿no?
Obvio fue un momento mágico, el mejor momento de mi vida, era como si fueras en una motocicleta a una velocidad demasiado alta, el impulso de querer gritar y a la vez no poder hablar o moverte.
Yo quería contestar a lo que él me decía, pero en vez de hacerlo solo corrí hacia el baño y lo deje ahí parado sin decirle nada, ¿qué si lo tomo mal? Obviamente un si.
Ese día yo solo fui a mi casa no le dirigí la palabra, obvio no lo iba a hacer si el tampoco lo hacía, y él tampoco me dirigió la palabra.
Nos topábamos y solo nos ignorábamos era incomodo por qué nos queríamos, y de pasar a estar juntos todo el día a ni siquiera voltearnos a ver, fueron unos días un tanto pesados  por lo mismo y a parte de eso nadie dejaba de preguntar ¿por qué no están juntos?, ¿Están peleados? Y con eso me hacían sentir peor, pero pasaron algunos días y decidimos hablar, o el lo decidió, me mando mensaje y me dijo que me quería ver y hablar conmigo, conteste que si, y al siguiente día llego, comenzamos a hablar y me pregunto qué había pasado, empecé a explicarle y todo, y el solo me abrazo y se los juro que sentí un alivio de saber que estábamos bien, me dijo que él me quería demasiado y no quería que volviéramos a dejar de hablar le dije que estaba de acuerdo.
Y entonces desde ese día empezamos a salir no como novios pero tampoco como amigos, como quedantes o algo así, la verdad creo que después de los días que nos dejamos hablar comprendimos que no podíamos estar separados.