shíléntéén II » crónicas weonas.

calilas

—Pase al frente el alumno Copernico del monte floreado Pérez Jara.

Todos se empezaron a cagar de la risa hasta que el Escupo se paró adelante y empezó a disertar.

El profe no pescaba, estaba de lo más concentrado sacando las cuentas y eligiendo si pagar la luz, el agua o el Internet. Todo bien... Hasta que el Copernico se tiró.

—... y por eso, Ñengo es el mejor rapero, nadie conoce a Eminem.

El profe se abrió la camisa y dejó ver una polera con la cara estampada de Eminem.

— Un uno por weón.

— Puta la weá.

...

Ya empezó el recreo, y los niños están comparando sus colaciones.

—A mi me mandaron un tabletón. — Dijo alegre Horacio.

—A mi me mandaron un pan pelao. — Espetó deprimido Luis.

— A mi ensalada de frutas. — Soltó Wanda.

Así todos fueron diciendo que les mandaron y comenzaron a llorar, menos Juanin al que su mamá si quería y le mando un Burger.

— :)

— Juanin culiáo.

— ¿Y tú mamá?

KHÉ.

STAP.

¿JUANIN SE ACHORÓ?

— Oe helmano calmate si aquí todos somos amigos... —El Miguel intentó calmarlo pero el Juanin parecía que estaba como poseído por la mina del exorcista. Hasta su cabeza giraba en 360 y vomitaba una cosa verde.

— ESTOY CHATO DE QUE SIEMPRE ME PASEN A LLEVAR, ANALFABETOS CULIAOS, SI NO SABEN HACER NADA, YO LES TENGO QUE TOSTAR EL PAN, LIMPIAR EL BAÑO CUANDO EL JESÚS SE MANDA SENDO SUBMARINO Y....

— Puro olor a bosque. — Acotó Jesús.

— ¡cállate culiáo! Y tambié-...

Juanino iba a seguir puteando pero cayó al suelo como un saco de papas. El Daniel le había pegado un guate y lo dejó inconsciente gracias a su jutsu oculto.

— ¿Qué le pasó a este weón?

Lo empezaron a registrar hasta que encontraron lo menos pensado... Se había ganado la beca Lucho Jara y se iba a estudiar al extranjero por un golpe se suerte. Por eso andaba subleváo, porque no los iba a ver más.

— No se puede ir. — Dijo el Dino con ataque. — ¿Quién me va a arropar y cantar?

— ¿Quién me va a dar tips de cocina?

— ¿Quién va a ir a bailar Zumba conmigo a la plaza?

— Debimos valorarlo más... — Comenzó a hablar el Bernardo.

— Si, debieron valorarme más...

— Cállate weón.

Y así, luego de mucho debate, los niños quemaron la beca y con la plata que las Calilas le habían dado al Horacio por hacerles un trabajito, hicieron el pulento asado para celebrar que Piñera iba ganando las elecciones... Y que posiblemente no tendrían educación gratuita... Y que la María no podría adoptar... Y que el Negro piñera se los cagó con toda la carne para el asado.

...Puta la weá.