Era el décimo trabajo al que Jimin iba y, el décimo en decirle tan desgastada frase.
Jimin estaba más que cansado, caminó por horas buscando algún trabajo que lo recibiera para así poder sustentar su universidad y su departamento. Nadie lo recibía por su <<casi nula>> experiencia, y él ya se estaba resignando. A pesar de tener una oferta de "limpiador de baños" en un colegio cercano a su departamento, él realmente no quería trabajar allí, sería demasiado indignante.
Con pocas esperanzas, siguió caminando hasta que un cartel llamó su atención.
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A pesar que sintió un presentimiento extraño al leer <<Estar dispuesto a lo que sea>> Los ojos le brillaron, quizás no tenía tanta experiencia como cajero pero podía aprender.
Entró al recinto con una gran felicidad pero vaya sorpresa con la que se encontró. Lo primero que vió al entrar fue un pene. <<¿Qué rayos?>> pensó. Siguió observando la tienda, vio demasiadas cosas... Vibradores, dildos, lencería, disfraces eróticos, látigos, esposas y un sinfín de juguetes sexuales. Allí fue donde el rubio cayó en cuenta de que se encontraba en una tienda erótica.
Una maldita tienda erótica.
Quiso salir, realmente quiso pero se arrepintió. Quizás sería la única esperanza de conseguir trabajo.
Estaba tan concentrado pensando en qué podría hacer que no se dio cuenta de que un hombre de unos 25 años lo estaba observando.
—¿Qué necesitas? —el hombre preguntó y Jimin se asustó.
Dios mío.
El hombre era demasiado apuesto, lo miró de pies a cabeza y wow, Jimin realmente se sintió atraído hacia esa persona. Tenía el pelo platinado, era un poco más alto que el rubio (quizás 1cm o menos), sus ojos tenían una forma felina, su voz era algo ronca, estaba vestido de manera casi formal. Usaba una camisa con dos botones desabrochados y unos pantalones formales pero muy apretados que dejaban una muy buena vista
ㅡV-vine por el trabajo de cajero..- dijo el rubio con algo de timidez, estaba demasiado nervioso.
ㅡEstá bien, acompañeme a la Oficinaㅡ dijo el más alto con una sonrisa coqueta.
ㅡOkay ㅡrespondió con una sonrisa, intentando alejar los nervios, no quería que éstos le hicieran hacer algo estúpido. El menor no divisó la sonrisa coqueta del mayor. Caminó hacía la oficina de su posible jefe, todo estaba siendo normal exceptuando la idea de que su nuevo trabajo era un una tienda erótica. Entró a la oficina y observó al <<hombre guapo>> ya sentado en su escritorio, le hizo una seña para que éste tomara asiento. Jimin le pasó su expediente y el hombre guapo lo comenzó a revisar.
ㅡAsí que...Park Jimin ㅡmurmuro y siguió revisando el expediente. Jimin estaba con los nervios a flor de piel, realmente esperaba que pudiera ingresar a ese trabajo, él lo deseaba. ㅡ Aquí dice que tienes 21 años y estudias Artes Escénicas, ¿no?
ㅡSí, cumpliré 22 en octubre e ingresé a la universidad este año ㅡrespondió con más confianza.
ㅡYa veo... ㅡmurmuróㅡ y dime, Jimin, ¿Tienes experiencia como cajero?
ㅡ La verdad es que no mucha, cuando tenía 15 años trabajé con mi tío en su tienda, me encargaba de la registradora y la atención de clientes ㅡ tratando de sonar lo mas seguro de sí.
ㅡ En ese caso, debe tener conocimiento suficiente para encargarse del puesto ㅡ el <<Hombre Guapo>> se levantó nuevamente de su puesto tras quellas palabras ㅡ verás, no muchas personas interesadas ㅡ explicó el mayor para dar la vuelta a su escritorio y apoyarse en el borde de este ㅡ seré directo, no estamos interesados en una persona que no cumpla con las condisiones, ¿crees poder adaptarte? ㅡ
