Coleccion de One-shots Damijon

El pequeño petirrojo

Ya saben, toda la etiqueta de los derechos de autor a DC etc.. una serie de One-shots por lo regular inspirados en algo por que asi imagino yo ¿falta de creatividad o solucion practica? ¿quien sabe? Lo importante es tener mucho Damijon 😍 por el simple echo de que es justo y lo merecemos, primer fic basado muy superficialmente en... bueno supongo que ya lo saben.

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-Y una mierda chico, tienes que ir y terminar con esto o lo hare yo mismo - Jason comenzaba a perder los estribos, Damian se limito a mirarle por el rabillo del ojo con expresion enfurruñada

-Aun no entiendo como termino asi, pero tengo que admitir que no es tan malo si se mantiene en silencio -
-reemplazo, sabes que a un puede escucharte y golpearte ¿Verdad?- aclaro Jason-
-Y nadie va a culpar al pequeño gremlin por eso - añadio stephanie - pero es verdad, casi parece un niño normal ahora que no puede hablar, uno casi agradable-

Habia pasado ya un dia entero desde que Damian perdio el habla, si no se hubiera paseado por el lugar equivocado a la hora equivocada sus preocupaciones estarian limitadas a una vigilancia usual nocturna junto a su padre o un fin de semana de aventuras junto a sus teen titans, no, ahora el se encontraba bajo estricta vigilancia. Rodeado de murcielagos y expresiones curiosas, al inicio como seria lo usual la alarma se activo para todos los presentes, el menor de los Wayne se hallaba atrapado en lo que Jason llamo una situacion de cuento de hadas.

El incidente iniciaria en metropolis al final de una mision casual con el joven Kent, un sencillo atraco a una tienda comercial y una rapida persecucion, el diablo maldiga por siempre a la baja postura de Robin para negarle el menor capricho infantil de escaparse por ahi si les sobraba el tiempo a Jonathan y aun que esa falta de guardia lo llevara de primera mano a esta extraña situacion lo haria de nuevo por que es imposible para el por un monton de razones que no explicaria jamas en voz alta o eso creyo hasta este momento, ahora debia encontrar un millon de maneras de explicarselo sin pronunciar una sola palabra o la maldicion jamas desapareceria. Contra todo pronostico era su orgullo, su tosudez y su creciente verguenza la valla mas alta del jardin.

Es dificil saber si esta bruja aleatoria tenia o no buenas intenciones, la mujer desconocida miraba a lo lejos aquella escena, los jovenes Superboy y Robin separaron su camino en una madeja de gritos y maldiciones. La extraña anciana seguiria al joven robin la mitad del camino pasando totalmente inadvertida, la furia raspaba cada recoveco de la cabeza del petirojo impidiendole prestar atencion a su alrededor, dos o tres veces engancharia mal su pistola a la cornisa de algun edificio con la fortuna suficiente de aterrizar sobre un contendor de basura abierto apretando los dientes para evitar maldecir y gritar en voz alta, fue alli donde le abordaria, luchando por deshacerse de la cascara de platano que habia quedado pegada a su cabello. Una mano regordeta con un pigmento enfermizo se posaria sobre su hombro una vez que salto al suelo.

-Cariño, tus salvajes emociones me han traido hasta a ti, tienes un deseo y yo soy capas de cumplirlo-
《tt》
-Mis habilidades son suficientes para llevar a cabo cualquier mision, no necesito hechizos ni trucos baratos- la mano enguantada golpeo el agarre de su hombro
-Tu arrogancia y prepotencia nublan el buen juicio, has construido una enorme coraza a lo largo de tus emociones- la anciana se llevo una mano pensativa sobre la madibula - una leccion te ayudaria a resquebrajar esas murallas, este conjuro solo funciona sobre realeza, una sombra recubierta de dolor en tu pecho me dice que eres el principe de un solitario e inospito lugar al medio oriente, eso sera suficiente para mi-
-Escucha anciana no tengo tiempo para -
-Claro que no, yo tampoco muchacho - la mujer alzo un colgante con forma de espiral frente al pequeño murcielago, una espesa nube de humo de un color morado brillante se extendio en el callejon - Vas a firmar aqui - dijo mientras sacaba un pergamino amarillento del interior de su tunica, el cuerpo de Damian se movio solo ante la orden y todo paso demasiado rapido para darle un sentido logico, su nombre sobre la hoja, la falta de fuerza y control, y un cosquilleo en la traquea cortando un alarido. Ni un solo sonido, cayo sobre sus rodillas tociendo freneticamente, para cuando volvio la vista al frente estaba solo. Un puño aterrizo sobre el concreto.