Mi Acosadora ~Mayu x Fukase~

Único capítulo

— ¡Fukase! —
Escuché que me llamaba una voz MUY conocida para mi.
— Mi amor ¿Dónde estás? No te escondas de mí —
No pienso salir de aquí, son los baños masculinos, ella no entrará... Eso espero.

No deja de perseguirme.

»¿De quién me escondo tanto?«

¡Pues de una loca! Bueno... Es mi novia pero yo nunca lo acepté.

Dejenme decirle algo a aquellos que piensan que una relación en donde una de las partes es extremadamente celosa y posesiva es tierna... ¡Arrepientanse! Por supuesto, como no son ustedes que tienen que lidiar con alguien que no conoce el significado de “Espacio personal”.

Cuando escuché los pasos y llamados de aquella rubia alejarse suspiré aliviado. Puedo respirar tranquilo un rato.

Abrí la puerta del baño de los hombres lentamente, con un tanto de miedo me asomé por el pasillo. No había nadie. Perfecto.

Me dirigí con cautela a la salida del edificio en el que me encontraba, sobra decir que estoy en la escuela.

Repentinamente alguien tocó mi hombro ocasionando que diera un pequeño brinco acompañado con un chillido, me volteé rapídamente y ví a Yuu que aguantaba la risa por mi reacción.

— ¡Te voy a matar! —
Le grité.

— No es mi culpa que Mayu te tenga con tal trauma —

Odio admitirlo pero tiene razón.

— ¡Me asustaste mal nacido! Casi me da un infarto del susto —
Golpeé su hombro y este, como buen drámatico que es, fingió una mueca de dolor y se quejó.

— Yo como buen amigo quería que fueramos juntos a casa y así me tratas, desgraciado —
Dijo con voz ‘dolida’.

— ¡Cállate y camina! —
Dije ya a unos pasos delante de él.

El camino junto a Yuu fue muy tranquilo. ¡Joder! Me hacía falta alejarme un rato de Mayu.

(...)

— ¡Fukase! —
Gritó la rubia mientras se asomaba bajo una mesa de la cafetería de la escuela.
— ¡Te encontré! —
Dijo feliz dando saltitos.

— Eh... Hola, Mayu... —
Hablé con cierta incomodidad.

¡Mierda! Me encontró. Sabía que debía subirme a un árbol.

— ¡Tengamos una cita! —
Habló emocionada para luego tomarme de la mano arrastrándome fuera de la escuela a quien-sabe-donde.

Entonces tomé todo el valor que existiera en mí ser.

— Mayu, terminamos —
Dije y me solté de su agarre.

No puede considerarse una ruptura, ni siquiera salimos.

— ¿Qué? ¿Por qué? —
Preguntó. Me miraba con una cara llena de inocencia y completo desconocimiento de mis acciones.

— Me acosas todo el tiempo ¡Ni siquiera recuerdo consentir ser tu novio!

— P-pero tu prometiste que estaríamos siempre juntos ¿lo olvidaste?

— Yo nunca hice tal cosa.

— Y-yo... Entiendo —
Dijo y se marchó rápidamente. No era mi intención hacerla llorar, pero la situación se estaba saliendo de control.

Estuve un tiempo parado viendo a la nada. Debí haber tenido más sutileza, quería que me dejará en paz pero no quería lastimarla.