Traducción del fic de RedOrchid Closed Doors Don't Lie
Cuando el Demonio de la Memoria revela que Clary no es la única cuyos recuerdos han sido alterados, Alec se encuentra siendo empujado de un camino establecido para él hacia otro completamente d...
Regresar con Jace al Instituto, después de dejar el piso de Magnus, es más que incómodo. Alec nunca ha deseado un ataque demoníaco más que en este momento, y por la forma en que Jace está explorando sus alrededores, con una mirada casi desesperada, imagina que el sentimiento es mutuo.
Por ahora, el vínculo está relativamente en silencio, y Alec hace todo lo posible para mantenerlo así, cerrando sus pensamientos a medida que aparecen y poniendo todo su enfoque en la misión. Están a mitad de camino cuando suena el teléfono de Alec, rompiendo el tenso silencio entre ellos.
-"Alec"- responde
-"Soy Luke"- una voz cansada le llega desde el otro lado de la línea- "Hemos tenido un ataque en el Lobo de Jade"
-"¿Cuándo?"- pregunta Alec, acercándose automáticamente a Jace y sosteniendo el teléfono entre ellos.
-"Justo ahora. Dos miembros del Círculo trajeron a un repudiado. Nos encargamos del asunto, pero hay algo raro en esto, por una no huele bien, y era mucho más fuerte de lo que debería haber sido"
-"¿Alguna baja?"
-"No, tuvimos suerte esta vez. La mayor parte de la manada estaba aquí, así que teníamos las probabilidades de nuestro lado. Aun así, se necesitaron cinco lobos para acabar con esa cosa; no era normal"
-"Vamos para allá"- responde Alec. Termina la llamada y mira a Jace- "¿Te unes?"
Levanta su mano, de la misma manera que siempre lo hacen, y obtiene un destello de la incertidumbre por parte de Jace a través del vínculo, así como feroz determinación cuando el sentimiento se reduce y el vínculo vuelve a ser silencioso.
-"Siempre"- le dice Jace, levantando su propia mano y golpeando la de Alec.
Alec parpadea, sintiendo la familiar ligereza en su pecho cuando los latidos de sus corazones coinciden. Por primera vez desde esa mañana, las cosas entre ellos no parecen desmoronarse por completo, y el vínculo se aquieta, retirándose al zumbido distintivo de su presencia familiar y constante en el fondo.
Él asiente con la cabeza bruscamente, y luego retira su mano- "Vamos a trabajar"
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