Speed Supernatural.

Prólogo.

 (17 AÑOS ATRÁS...)

Una joven encapuchada y silenciosa camina y observa a su alrededor procurando que nadie la vea. Desesperada porque las calles obscuras y frías logren ayudarla a ocultarse de algún enemigo.

 

Ella no podía permitir que la encuentren, y tampoco permitiría que le hagan daño a la pequeña criatura que lleva en sus brazos.

 

Con apenas unas semanas de vida, la bebé mantiene sus ojos abiertos observando a su salvadora silenciosamente.

 

La muchacha la mira detenidamente viendo los pequeños ojos azules de la niña, tan azules como el mar. Ladea la cabeza y frunce el ceño al ver la reacción de la pequeña, le sonríe haciendo que ella, inconscientemente, sonría también.

 

Sigue caminando y para en frente de una enorme mansión. Por fuera es de color blanco manzana con detalles de color negro y madera, e iluminada por faroles de luz blanca. Una enorme reja negra obstruye su paso hacia la casa, pero con solo un golpe logra abrirla.

Se asombra al ver el hermoso jardín delantero; pareciera que los propietarios de la casa tengan a su favor la naturaleza.

Un gran camino de flores de alelí y a su alrededor todo es verde, producto del suave césped. Una fuente con luz resalta a un costado del lugar y el olor a flores inunda sus fosas nasales. De pronto vuelve al mundo real dándose cuenta que no tiene mucho tiempo y debe hacer lo que vino a hacer. Avanza hasta la puerta principal y mira el timbre.

 

Observa nuevamente a la niña; es hermosa, tan tierna y dulce. No sabe los horrores que le espera vivir en su vida.

 

Abre la puerta, las luces están apagadas y nadie está a la vista. Sin más que hacer, se arrodilla y deja a la criatura en el suelo alfombrado, tapándola con la manta en la cual la traía envuelta. Observa nuevamente a la niña por última vez. Sonríe tratando de que ese momento sea eterno en su memoria.

 

- Algún día nos volveremos a encontrar, bebé. - se agacha y deposita un beso en su cabeza. - Yo siempre te protegeré, lo prometo.

 

Se levanta y escucha pasos en el segundo piso de la casa. Sin dudar sale corriendo sin mirar atrás y sin que nadie sepa quién es.

 

Sabe que algún día volverá a ver a esa niña para estar a su lado siempre y protegerla de todo mal, aunque eso implique tener que morir en el intento.

Hola, me llamo Brisa. Hace tiempo tenía pensado hacer una historia sobrenatural y salió esto. Espero que les agrade y desearía saber lo que piensan sobre la historia.

 

Besos xox.