Mi prometida... ¿Es un chico?

Capítulo 1

Mi prometida... ¿es un chico?

-¡¡¡Te eh dicho que no!!!-grito un joven de cabellos rosa, atrayendo la mirada de todas la personas en la calle

Soltando un resoplido, el mayor, un hombre de cabellos rosa grisáceo le dio una mirada y lo cargo al estilo bombero-Hemos hablado del por que de esto

Cruzando su brazos, los labios salieron en un puchero-¿Y yo que jodidos tengo que ver?-pregunto malhumorado

-Porque es una tradición de la familia que el heredo contraiga matrimonio con alguien de su misma talla-hizo un pausa y dio un suspiro-. Imagínate el prestigio de ser futuro miembro de la dinastía Namikaze… ¡Imagínate ser parte de esa gran categoría! Tal prestigio no se puede rechazar, y por supuesto, una tradición, es una tradición

Soltó un bufido-a mi no me interesa, no puedes obligarme a casarme con un desconocido

-Pero pronto ya no lo será

……

A unas calles de ahí, en una gran casa, donde afuera residía la palabra residencia Namikaze, dos jóvenes combatían arduamente. Unos de ellos, de cabello negro, ojos del mismo tono, pero de expresión fría, y el otro, un rubio de ojos azules con una chispa de alegría que su compañero carecía.

-Vamos idiota  ¿Qué no puedes hacerlo mejor?-expreso con una sonrisa burlona

-Imbécil, vale más que cierres esa boca-sin pensarlo lanzo una patada a su contrincante, quien lo eludió con facilidad

-Fácil-expreso ladino

El rubio volvió a la carga, pero el moreno hizo una barrida que mando al otro a la loza

-Cuando te dejas llevar por la ira, pierdes concentración, recuerda eso

Le dio la mano y lo ayudo a ponerse en pie

-No volveré a perder

-Ya veremos-sonrió de lado

Pronto la puerta del dojo se abrió, mostrando a un hombre rubio, de ojos azules y piel un poco blanca, de una edad mayor que los jóvenes presentes

-Padre-expreso el rubio

-Señor Minato-hizo una reverencia el peli negro

-¿Necesitas algo papá?-pregunto con curiosidad, era raro que su padre interrumpiera una practica  

-Necesito que te arregles, tenemos visitas importantes

-De acuerdo-expreso con confusión saliendo del dojo

-Sasuke, si gustas quedarte no hay ningún problema-sonrió el hombre

-Muchas gracias por la oferta señor, pero me temo que debo rechazarla, mi familia me espera para comer y no puedo perderme eso-sonrió cortes el joven

-Oh bueno, será para la próxima

-Claro, con su permiso, me retiro-haciendo una inclinación, salió del lugar

Sin embargo, apenas abrió la puerta, topo de narices con alguien haciendo a ambos caer al suelo

-¡Joven Sasuke! Perdón, no me fije, debí tocar la puerta

-No pasa nada Ino, yo igual venia distraído-su mano tomo la de la chica y la ayudo a ponerse de pie-. No tienes nada porque pedir disculpas

-Gracias-murmuro, un sonrojo invadiendo sus mejillas