El comienzo

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Aprovecharé esta noche de noviembre ya que tengo una larga velada una taza de café y un cigarro  para contar un poco de mi.
Conocí el dolor del amor a la temprana edad de 13 años fue entonces que comprendí el impacto de aquel hachazo llamado rechazo, con el tiempo pasando que fue fugaz  como siempre fui entendiendo que el amor dolía más de lo que imagine ,rechazos tropiezos, disgustos y infinitas noches de llantos.
entre estas etapas de juventud caí  en un estado de rechazo al amor, vaya que fue difícil con tantas personas preocupándose de uno.
Es ironía por si no lo notas, pues resulta que yo estaba más solo que un ermitaño encallado en plena orilla del mara,lo recuerdo de esa manera y a si estaba yo en mi mundo triste y solo  hasta que conocí a 2 personas, en mi barrio lleno de gente vieja y un sin fin de sentimentalismo por lo que se va y no vuelve , fue hay que encontré mis primeros amigos y a si fue que  con 2 individuos inseparables empezó mi aventura social, si se puede decir a si ya que entre hombres imagina tu lo que se platica, que si Daniela  esta más buena que Andrea, cuando fue la última vez que viste a tu ex,cuantas veces haz tenido sexo y un sin fin de pláticas sacadas de lugar y entre risas nos convertimos en los 3 mejores amigos.
con el tiempo no sólo fuimos 3 sino que se integraron 3 más un total de 6 amigos.
6 vidas que se entendían en un solo lugar vaya que la juventud fue divertida.
1 año después conocí un nuevo dolor algo que nunca experimente.
Nadie contó que el dolor de la pérdida deja heridas más grandes que el del primer amor,llantos,gritos,tristesa y una tremenda sensación de vacío que no te deja hacerte una idea que la persona que se fue no volverá, sientes que esa persona no se ha ido y cuando pasa el tiempo 5 años para ser exactos llegas a un punto donde de poco a poco como si nada dices: cómo era su voz, que me decía, que me aconsejaba, que me  cantaba o que sentía por mi.
Esto lo escribí pensando en mi abuela que tristemente no recuerdo su voz ni la dulzura que todos recuerdan, su rostro ni para aue mencionarlo si no fuera por la vieja foto de mi madre que cuelga en su velador. La habría olvidado hace mucho tiempo,la primera semana de su partida me  costo entender y hacerme una idea de que mi abuela no volvería.
Mis amigos, para ser mas precisos  mis 5 amigos siguieron juntos,por otro lado yo me aparte y entendí que eramos distintos talvez me convertí en alguien antisocial. Confiar en alguien se me hizo casi imposible y fue a si que aquel tabaco que probé en aquella ocasión se convirtió en uno de mis aliados, un acompañante que no hablaba no tenia que escucharme, entenderme o mencionar algo, ni yo tenía que hablarle lo único que tenia que hacer era encenderlo y fumar.
vaya amigo que me fui a conseguir vaya aliado vaya condena.
Con el tiempo mi abuelo se puso enfermo ya no caminaba ya no hacia sus sátiras hirientes, solo pasaba hay sentado a la espera de que un hijo suyo vaya a visitarlo, postrado en una silla y condenado a que alguien viera por el,fue en esta situacion que la que  vio por el fue mi madre y mi padre de la misma forma que vieron por mi abuela hace 5 años atrás ,gastaron unos muy largos 9 a 10 años cuidando a mis abuelos, recibiendo unos muy buen agradecimiento por cuidarlos entre estos agradecimientos se encontraron unos muy "educados": gritos,satiras,desprecios,risas y uno que otro "que bien que esta mama y papa" por parte de sus hermanos, mi abuelo quedo condenado a que alguien limpiará sus desechos y le sirviera de comer en la boca todos los días  ,fue en una ocasión que escuche a uno de sus hijos decir; no vendré más a ver a papa tiene un olor fatal huele a eces fecales, vaya que palabras para más dulces para un anciano que sólo podía estar sentado 12 horas al día esperando a que alguna visita llegara mientras que las 12 horas restantes pasaba acostado en una camilla de hospital ,que muy educada mente fue comprada entre sus cuatro hijos, después de un tiempo conocí cómo una vida termina yo había conocido el dolor de perder un ser querido cómo lo fue mi abuela que en paz descanse, pero nunca presencie la muerte de la misma en esta ocasión la cosa fue diferente,con mis propias manos pude  sentir como la vida de mi abuelo se extingia y como el cuerpo del mismo tomaba un color tenue, fue cuestión de tiempo para que toda la familia se reuniera a presenciar la muerte de quien en vida fue un viejo gruñón,mujeriego y un gran testarudo. se apagaba fue en aquel entonces en el  que todos llegaron a visitarlo solo existía un pequeño problema, el no sabia que ellos si llegaron tardaron pero llegaron. A la visita que siempre espero  lastima que no fue el momento adecuado para entablar una conversión,como en todo funeral dejaron rosas que ya hace mucho tiempo se marchitaron.
la muerte no llega con la vejez si no  con el olvido.
y vaya que a mis abuelos les llego la muerte.
seguiría escribiendo pero sabes algo para este entonces ya se me acabo el tabaco y la taza de café ni hablemos de ello será para otra.

Noches largas en mi vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora