Capítulo XV: Rompecorazones

6.9K 926 219
                                    

Me encontraba en la caja, aburrido y observando. Eran las seis de la tarde, todo se encontraba relativamente tranquilo, a excepción de Jungkook y Hoseok quienes parloteaban animados en la sección de Rap y R&B, cuchicheando algo sobre el nuevo álbum de Sik-K.

—Hyung ¿todavía no llegó el nuevo álbum de Beenzino? —Chequeé en la computadora un momento antes de responderle. Jungkook se veía ansioso.

—Um, no, llegan el martes. Pero solo unos pocos

—¿Puedes guardarme uno? —Asentí en su dirección y él volvió a su charla con Hoseok.

Todo en Jungkook era confuso. Todo en nuestra relación lo era, en realidad.

Las cosas entre nosotros se habían arreglado increíblemente rápido. Demasiado a mi parecer. Ayer mismo él me había atosigado hasta que decidí escucharle y hoy saldríamos por la noche a tomar y divertirnos con el resto.

Era casi cómico.

Había planeado no volver a hablarle, no dejarme llevar por sus manipuladoras palabras, pero aquí me encontraba. Con él visitándome en mi trabajo nuevamente, almorzando conmigo, charlando, bromeando y revoloteando a mí alrededor. Lo cierto es que Jungkook había roto todos mis esquemas, todo lo que yo tenía perfectamente planeado.

Jeon era el maldito fuck boy de la universidad, por ello mismo decidí arriesgarme a mantener la relación de amigos con derechos que habíamos tenido. Él nunca se enamoraría, yo tampoco y felices todos. Pero la cagó con esa declaración. Yo no quería eso.

Las líneas estaban muy bien definidas en nuestra relación y eso me traía tranquilo, seguro. Al confesarse tan impulsivamente, el piso bajo mis pies tembló de una manera que no me agradó. Por lo que opté por lo más viable. El desprecio.

No mentiré al respecto, lo había extrañado horrores. Inconscientemente armamos una rutina diaria, amena, divertida y placentera, que se vio destruida cuando dejamos de hablarnos. Los días con Jungkook pasaban más lentos y a la vez más rápido, y disfrutaba mucho de su compañía.

Había desarrollado un leve instinto protector hacia él luego del episodio con su padre, y desde entonces el aprecio solo había ido creciendo. Pero como un jodido amigo. Porque yo no iba a enamorarme.

No podía enamorarme de Jeon, ni podía dejarlo enamorarse de mí. Porque yo era débil.

Débil a los encantos, débil a las miradas enamoradas, débil a las lagrimas.

Me consideraba muy punk y rudo, pero una vez mis sentimientos afloraban no había vuelta atrás y, por ende, la ruptura extremadamente dolorosa.

Joder, que era un maldito maricón que se encariñaba rápido y demasiado, y luego terminaba con el corazón hecho trizas en el suelo.

Jeon era un peligro para mi corazón. Lo que menos quería era dejarlo jugar conmigo y luego, cuando él se aburra, terminar destrozado.

—Así que te amigaste con el chico nuevamente —La voz de NamJoon me sacó de mis pensamientos. Ya casi era hora del cierre y él había venido para recibir un par de paquetes. Recosté mi cabeza sobre una de mis manos, con el codo apoyado en el mostrador.

—Um

—Me alegra, parece un buen chico, me cae bien.

—Es un pequeño bastardo, no te dejes engañar por esas sonrisitas encantadoras.

—¿Sonrisitas encantadoras? —Nam me sonrió socarronamente y yo bufé malhumorado, encaminándome a los vestidores.

—Olvídalo

NamJoon siguió mis pasos, dejando al otro par dentro de la tienda y pidiéndoles que cuiden el lugar. —¿Crees que es encantador?

—Obviamente ¿no lo viste?

—Ya, ya. De todas formas prefiero a SeokJin

—¿Cómo vas con eso?

—Muy bien, pero de eso no estamos hablando. Estamos hablando de que Jeon te parece encantador y lo perdonaste porque lo extrañabas, solo que no quieres aceptarlo en voz alta. —Se apoyó en la puerta de entrada, observándome risueño.

—Joder, deja el tema, ya pasó —Retiré la camiseta de la tienda sobre mi cabeza y me coloqué la que yo mismo había traído y dejado en mi casillero. Despeinándome en el proceso.

—¿Te gusta Jeon? —Directo al grano. La pregunta me dejó estático unos segundos.

—¿Qué clase de pregunta estúpida es esa?

—Sí, la verdad es realmente estúpida, es obvio que mueres por el niño.

—A mi no me gusta Jeon.

—¿Te lo repites cada noche antes de dormir? ¿Eso ayuda a que sea más real?

—Chúpame el pene.

—Jimin. —La voz de Namjoon se volvió seria, al igual que su expresión. Se acercó unos pasos a mí y recostó su hombro en el casillero de al lado. —¿A qué le temes?

—A nada ¿ok? Ya deja el tema ¿por qué todo el mundo insiste tanto? Son realmente molestos. —Cerré la pequeña puerta de metal de un golpe, tomando mi bolso, mis cigarrillos y mi celular. —Ya mucho tengo con Hoseok hostigándome día y noche con ello.

—Park, te conozco desde que eras un crío y créeme que si te insistimos con algo es por algo. —Me senté en uno de los bancos de madera, resignado a que definitivamente iba a tener esa charla con Namjoon. Él no iba a dejar que escape esta vez. —La verdad es que los miro y lo único que los diferencia de un par de novios es que no lo dicen en voz alta. ¿Por qué no lo hacen oficial de una vez y dejan de tenernos a todos a la expectativa de lo que pueda pasar?

—Hay una enorme diferencia en realidad.

—¿Y cuál sería esa enorme diferencia?

—Que Jeon es un jodido fuck boy rompecorazones y ¡ding ding ding! ¡No quiero eso!

—El que no arriesga no gana, imbécil.

—No ganaré nada estando con él. Solo unos buenos polvos y un corazón roto.

—Eso no lo sabes.

—Oh, créeme que puedo asegurártelo. —Me levanté de mi asiento, dando por finalizada la conversación. Jungkook era Jungkook, eso no iba a cambiar. Y yo no iba a arriesgarme.

Esa noche planeaba divertirme con mis amigos, pasarla bien, tomar unos tragos y olvidar todo ese tema con Jeon.

Cosa que sería difícil con él ahí.

Pero lo quieres cerca.

Susurró mi subconsciente, y le di la razón.




--------

Bueno! Aquí nuevo capítulo

Si se portan bien y dejan muchos likes y comentarios, mañana publicaré otro más♥

Fuck off, boy [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora