Nightmare Dream (Andy Biersack)

Una mañana diferente

Desperté por el incesable ruido de la alarma. Debía ir a la escuela. No sé para qué, si lo único que hacía era dibujar, revisar mi teléfono como si mágicamente alguien me fuera a escribir y pensar en lo patética que es mi vida. Era la tercera vez que hacia el mismo año.

Apague la insoportable alarma, me senté en la cama esperando estar un poco más despierta como para levantarme. Pase mis manos por mi rostro y al quitarlas mis dedos estaban manchados de negro. Había olvidado quitarme el delineador… otra vez. Me levante, fui al baño y tome una ducha. Al salir cepille mis dientes y me mire al espejo. Tenía los ojos hinchados. Recordé que la noche anterior había llorado hasta dormirme.

No podía seguir con esto… Esta vida tan monótona y triste. Me mire al espejo por última vez y me dije a mi misma “Hoy debe cambiar” y así sería…

Termine de secar mi cabello, me vestí con unas panty medias negras rotas, un short, una remera negra que decía nirvana, una camisa a cuadros y una chaqueta negra, y baje a desayunar. Casi nunca comía nada antes de ir al colegio, por lo general tomaba un té y eso era todo, pero decidí que hoy no haría enojar a mi madre… para que esté tranquila para cuando le diga lo que tengo pensado hacer.

Yo: Hola mami…-Dije dándole un beso en la mejilla- que preparaste hoy?

Mama: Te y tostadas, si es de lo único que te alimentas…

Yo: Oh está bien… -Me dije a mi misma “no sonrías tanto o se dará cuenta que ocultas algo”-

Mama: Amaneciste de buen humor hoy?

Yo: Tal vez…-Conteste seca, haciendo parecer que estaba igual que antes-

Mama: Bueno, mi niña. Debo ir a trabajar -Beso mi frente- no olvides despertar a tus hermanos…

Yo: Si…si… Que te valla bien.-Dije sin ganas-

Me levante de la mesa y volví a mi habitación. Busque mi bolsa de maquillaje y fui al baño. Si por algo me conocían en la escuela, es porque siempre llevaba un delineado extraño. Salí del baño, guarde la bolsa y me dirigí al cuarto de mis hermanos. Los desperté a todos con un almohadazo en la cabeza y me fui.

Las clases pasaron como siempre… era aburrido escuchar a los profesores hablar de cosas que tal vez ni me servirían. Como siempre me llamaban la atención por hacer nada... nada. Nunca hacia nada malo, pero si no hago nada de nada me mandan a dirección… genial.

En fin… llegue a mi casa y al abrir la puerta recordé lo que le tenía que decir. Me puse muy nerviosa no sabía cómo lo tomarían.

Yo: Ya llegue!-Grite y cerré la puerta, siempre hacia eso para saber si había alguien en casa-

Mama: Hola cariño, como te fue?-Pregunto saliendo de la cocina-

Yo: Como siempre…-Bufe- em… Tengo que decirles algo…

Mama: Por dios _____, que hiciste?-Pregunto preocupada…creo que demasiado-

Yo: Nada malo, solo quiero hablar contigo…-Esto me ponía cada vez más nerviosa-

Mama: Bien, vamos al sofá…

Ya sentadas en el sofá decidí largar todo…

Yo: Mama… No me siento feliz con la vida que tengo…

Mama: Pero porque? si tienes todo…

Yo: Espera, déjame hablar…-Ella asintió- No me siento feliz con la vida que tengo… pero no porque ustedes estén haciendo algo mal. De hecho, son la mejor familia del mundo, pero no se si eres consiente de que…-Trague el nudo que se formaba en mi garganta- no tengo amigos… me va terrible en la escuela… no puedo repetir este año porque terminare en la escuela nocturna y no quiero eso… todos se burlan de mí en la escuela, hasta mi propia hermana lo hace… Y… y por una vez en la vida quiero hacer lo que me gusta. Si no funciona, está bien… hare otra cosa, pero quiero intentarlo.-Dije ya con una lagrima cayendo por mi mejilla-

Mama: Ay cariño…-Dijo con lágrimas en los ojos- y que es lo que a ti te gusta?

Yo: Quiero cantar…-Volví a tragar- quiero ir a clases de canto… por favor…

Mama: Mira, cariño… yo puedo llevarte a clases de canto o de lo que quieras, pero entiende, tienes 15 años… no puedes dejar la escuela…

Yo: Pero… es que no sirvo para nada. No logro entender nada. Solo…no es para mí.

Mama:-Suspiro- Solo… lo pensare, pero si te llevare a clases de canto…

Y así fue como salí de la estúpida rutina…