Alguien sabe

EL ENCUENTRO

CAPÍTULO 4

Recojo mi ropa y voy al cuarto de Matías el seguía afuera así que guarde mi ropa en alguno de los cajones y me senté en una de las camas, sin darme cuenta me quede dormida.

-¡Elizabeth! -Me sacudía de un lado a otro- ¡Elizabeth ven rápido!

-¿Qué? -Dije aun con los ojos serrados- ¿Qué pasa?

-Tu solo abre los ojos

Cuándo abrí los ojos Matías me ofreció la mano, le di la mano me jaló y me tiro de la cama, luego me cogió las manos y me llevo a afuera.

-Hola corazón, ¿Qué tal dormiste?

¿Quién demonios era?

-Hola -Conteste tímidamente- ¿Quién eres?

-Perdón por mis malos modales -Me dijo tocándose el corazón- Soy el que todos llaman el fantasma.

Cuándo dijo eso los ojos se me hicieron como plato.

-Hay corazón no me tienes que tener miedo.

¡¿Cómo rayos no le voy a tener miedo?! ¡Si esta todo fortachón, tiene cicatrices por toda la cara y casi no le veo la piel de los brazos por tantos tatuajes y cortaduras que trae! ¡CASI TODA SU ROPA ESTA HECHA POLVO!

-Elizabeth, tierra llamando a Elizabeth -Dijo Matías sacudiéndome de un lado a otro e interrupiéndome mis pensamientos.

-¿Eh? ¿Se llama Elizabeth? -Dijo el "Fantasma" tocándose la cabeza- Pesé que te llamabas Margarita.

Matías y yo nos volteamos a ver y nos empezamos a reír, entonces el "Fantasma" se enojo.

-¡Matías! Por no haberme dicho bien su nombre te vas a ir hasta que ella se vaya ¡IDIOTA! -Dijo a todo pulmón y lanzándole una cosa que hizo desmayarse.

-¡NO!¡NO!¡NO!¡¿QUÉ HICISTE?! -Dije entre sollozos y abrazando a Matías

-Hice lo necesario para que te quedes mas tiempo y Matías nunca se vaya.

-¡NO TIENES CORAZÓN!

-No no tengo, tu eres el corazón - Me dijo guiñando el ojo.

-A menos -Dije pensativa- que te agrada mucho Matías y no quieras que el se vaya.

-¡NO! ¡ESO NO ES VERDAD! -El "Fantasma" se puso rojo tomate.

-Yo se que tu tienes un corazón muy grande y egoísta pero tienes que dejar ir a las personas porque ellas tiene familias que las necesitan.

-¡CALLATE! -Corrió y me pego en la barbilla, me caí, así que el me paleo en las costillas y luego en la cabeza y me desmaye.