Siete

251 2 0
                                    

Siete son tus lunares que dibujaban un camino que me llevaba hasta las estrellas, y allí pude ver que brillas más que ellas.
Es curioso lo que la gente puede perder en cuestión de minutos. Podemos estar tan bien con nosotros mismos y con el resto del mundo y por un simple detalle, por un error, nuestro o del resto, mandarlo todo a la mierda, hasta aquello que no queríamos perder.
Otro detalle curioso es como nos centramos en que algo salga bien y como sin darnos cuenta somos nosotros mismos los que terminamos por hacer que eso salga mal y es ahí, cuando te das cuenta de que el error lo has cometido tú, cuando todo más duele.
Y ya no hay marcha atrás, cuando algo se rompe, cuando eres tú quien lo rompe, ya nada puedes hacer, todo depende de la otra persona y por norma general, nunca se nos perdona y quizás duela pero es lo que tú mismo te has ganado y lo tienes porque fuiste gilipollas y lo pierdes por no haberlo sabido cuidar, pero ¿Cómo cuidamos algo si nisiquiera nos sabemos cuidar nosotros mismos?
Siete son tus lunares que dibujaban un camino que me llevaba hasta las estrellas, y allí pude ver que brillas más que ellas.

SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora