MIÉRCOLES 2/3
...
-¿Qué ocurre?...tú...- Traté de decir entre tartamudeos.
-...Tu rostro, tu cabello, tus ojos...eres como yo.- Dijo él en shock, sin dejar de mirarme.
-¿Cómo te llamas?...- Pregunté temerosa.
-Ayato Aishi, ¿tú eres?
Hasta el mismo apellido, ¿acaso es un familiar que no conocí?
-Ayano Aishi...- No cerraba los ojos aquel muchacho pelinegro -¿Por qué luces como yo?
-Quisiera saberlo...¿tu porqué estás aqui?- Dijo sentándose en la mesa a nuestro lado. Aún dudosa, me coloqué a su lado con la mirada fija en su rostro sin poder procesar bien lo que estaba sucediendo.
-Yo, venia solo...- No le pienso decir que vine por Senpai, ¿qué tal si él también viene por él? Pensó ella minusiosamente. -De paso. Me llamaba la atención este lugar.- Él no dejaba de observarme con sus ojos negros sin brillo.
-¿Es eso? Ya veo, bueno, esto es muy raro. Pero si lo pensamos, eres una versión femenina de mí, nuestros nombres son extrañamente parecidos...
-Aunque no creo que seamos familiares.- Agregué sin quitarle los ojos de encima. Creo que estaba entendiendo lo que trataba de decir este chico. Él lo está pensando más que yo, soy demasiado callada. ¿Qué me pasa?
-Si es así, quisiera comprobar algo. Dime, ¿en verdad viniste aquí porque te gusta?- Preguntó seriamente. Me incorporé de mi mal posición y tomé aire.
-No, no. Vine por él.- Señalé discretamente hacia Senpai que estaba dentro del local.
-Imposible...- Dijo en un hilo de voz. -Yo, vine aquí, por ella...- Él de igual manera señaló una chica pelinegra que estaba sentada del otro lado del local, acompañada por un chico pelinaranja.
-Si te soy sincera, esto es raro. Es decir, somos iguales pero en distinto genero, y ellos también.- Comenté apenas procesando la situación. -Deduciré que también tienes "un" Info-chan.
-Info-kun, en realidad.- Respondió soltando un suspiro. En eso, un camarero se nos acercó amablemente pidiendo nuestra orden.
-Buenas tardes, ¿podria tomar su orden?- Dijo el muchacho observando a la pareja.
-Ah, puede traerme un...¡dos! Té de durazno ¿por favor?- Contestó Ayato. Suponiendo que ambos eran iguales, resultaria lo mismo en gustos. El muchacho se fué dejándolos solos de nuevo; Los pelinegros mantuvieron un silencio extraño pensando en todo lo que pasaba, de reojo, Ayato observó su, versión femenina, analizando su figura, en su, pronunciada cadera, ubicó su bolso en el cual resaltaba un bulto cuadrado.
No...no, esto, en verdad, me está causando escalofrios...
Temia Ayato.
Queria evitar preguntarle acerca de aquel bulto, así que solo continuó su observación a la contraria.Ayano aún no se sentia muy comoda con todo esto. Apenas se vieron y ya es como si se conocieran de toda la vida, ella estaba temerosa respecto a eso.
-Y bien, Ayato. Puedo decir que ambos vinimos por Senpai, así que tal vez podríamos ayudarnos mutuamente si lo piensas un poco, suena lógico.
-Sí... tiene sentido- Responde titubeante -¿Pero en sí que vamos hacer? No tengo nada que aportar ahora
El camarero regresó a la mesa dejando ambas bebidas. Cada quien tomó su vaso, sorbiendo por los popotes; Ayano pierde su vista en el liquido y los hielos flotantes, al sentir como una idea surgia, de reojo observó a Ayato y su bebida. Ese plan se hizo solo.
-Tengo una idea, aunque requiere unos cambios, no pasará nada riesgoso.- Ayato se quedó escuchandola detenidamente -Somos como nuestros tés, iguales pero distintos respecto a los hielos que ambos tienen. Si los cambiasemos de lugar...- La pelinegra tomó ambos vasos intercambiandolos de lugar uno con el otro -No habría mucha diferencia de cual es cual.
-¿Insinuas que cambiemos lugar? Suena descabellado, pero actualmente necesito de milagros para que no pierda a Senpai.- Ayato no sabia que pensar, se lo reflexionaba mucho, no queria arriesgar nada con este "plan" de su contra parte femenina.
Del otro lado del Café, la pelinaranja no le paraba de hablar igual que su contrario.
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Senpai para cada Yandere [Editando]
FanfictionYandere Chan♡Senpai Kun + Yandere Kun♡Senpai Chan Desesperad@ de buscar maneras de que Senpai pueda, por lo menos, notar su existencia, un dia encontró, mejor dicho, encontraron, la magnifica solución a el unico problema que ambos se tenian