Esa bestia mataba a mis soldados y tenientes con sigilo, solo eramos 6 contándome, esa cosa mataba a todos con golpes certeros y sin recibir balazos y ahí vi como se me acercaba, lenta y atemorizantemente con su cola y sus garras, su cabeza alargada y sin ojos y su color de piel color carbón te darían terror, tome una metralleta la cual siempre llevaba conmigo y le dispare, milagrosamente le di todo mi cargador y vi como caía al suelo, sin vida, fui evacuado y ascendido a general, ese momento no se borrara jamas de mi memoria