De alquiler *[SeXing]

Parte 9

—Negativo...— SeHun suspiro con desgane, mirando los análisis en sus manos.

—Enserio creí que estaba en cinta. —YiXing se sentó a su lado, con los brazos sobre las rodillas. —Tenía los síntomas pero al parecer fue solo el resfriado. — estornudo fuertemente, causando que SeHun girara hacia él con rapidez y lo cubriera con una manta suave.

—Bueno, al menos podrás terminar tu primer año con ropa ajustada. — el mayor levanto las cejas con una evidente sugerencia.

YiXing empezó a reírse antes de toser de nuevo, recostándose sobre la cama con los ojos rojos y llorosos. —Lo siento, sé que necesitas un bebé...— susurro con un deje de vergüenza.

SeHun negó de inmediato, acariciándole las mejillas. —No, si quiero un bebé contigo pero a su tiempo. Ahora duerme. —dejo un beso en su frente, sonriendo con ganas cuando YiXing pestañeo lentamente.

—Abrázame. — susurro enterrando el rostro en el pecho de SeHun, durmiéndose al instante.

SeHun soltó un "tan lindo" entre dientes, abrazándose al chico.

YiXing no estaba embarazado, como esperaba y era una lástima pero también lo aliviaba en cierto sentido. El chico merecía terminar su carrera y disfrutar de su juventud antes de tener un bebé y tal como se lo había dicho ChanYeol, ese tipo de pensamientos eran completamente ajenos al contrato.

La profunda y larga platica con su mejor amigo lo ayudo a reflexionar muchas cosas.

YiXing era el hombre que lo hacía brillar; el chico que lograba que le encontrara felicidad al cantar las canciones que sonaban en la radio o en los anuncios de la televisión; por el que se quedaba mirando los peluches que sostenían corazones, imaginando que bien encajarían en los brazos del chico; el único por el que solía leer artículos dedicados a tener una buena relación y buscaba manualidades DIY para dejarle junto a la almohada o dentro de la cartera; el tipo de chico al que no le importaba mirar por horas, grabándose cada una de sus facciones para después dibujarlas en sus ratos libres; el hombre por el que le gustaría dejar un deseo en lo alto de las ramas del árbol de navidad, pidiendo por su salud y eterna felicidad; el chico al que le gustaba peinarle el cabello con los dedos, importándole poco que fuera más suave; el hombre que le llenaba el pecho de calidez solo con juntar sus manos.

ChanYeol lo llamo amor, SeHun lo llamo enamoramiento.

El alto médico no le recrimino nada, solo lo aconsejo con respecto a cómo canalizar sus sentimientos y le advirtió del contrato, el otro tema que, de no ser porque se lo recordó, había olvidado.

—Se lo que te digo, cómo lo miras es de la misma manera en la que él te mira. — señalo con una suave sonrisa. —Nadie más que nosotros dos y el amigo de YiXing saben del contrato, nadie va a culparlos por anularlo y quererse más allá de un papel. —Yeol le palpo el hombro con ánimo, cuidando de no despertar a KyungSoo, quien dormía en sus brazos.

SeHun miro al bebé que chupaba su pulgar y abrazaba el pingüino de peluche contra su pecho; YiXing gustaba de los niños y a él le hacían ilusión, pero, de verdad deseaba que el chico quisiera tenerlos con él por amor y no presión u obligación.

—Si me declaro, ¿no seré rechazado? —pregunto con una mirada esperanzada.

ChanYeol dejo de peinar los cabellos de su hijo para mirarlo con sorpresa. —Puedo apostar mi guitarra a que aunque se sienta inseguro por el contrato, él también te quiere.