The Blue Princess

Capitulo 4

Mackenzie y yo nos mirábamos confundidas, mientras seguíamos a esos dos. En cierto punto del pasillo nos detuvimos de la nada. Frente a una pequeña cuerda que estaba en el techo, miré a Mackenzie esperando alguna respuesta, la cual no recibí.

Los 3 se quedaron mirando esa cuerda como si recordaran algo, algo que anhelaba saber. La nostalgia impregnada en sus rostros solo me desconcertaba, de repente un ruido proveniente de la cocina los saco de su transe.

-Debe ser Thomas, buscándome. -Comento Mackenzie volteando a ver.

-Descuida Amor, nosotros podemos encargarnos, Ve. -Insistió Derek, por lo tanto, quedamos solo nosotros tres.

Luego Él tiro de aquella cuerda desplegando unas escaleras de madera, era la primera vez que veía algo por el estilo, no sabía bien cómo reaccionar. Opte por observar detenidamente lo que me esperaba allá arriba. Sin embargo, no pude distinguir demasiado por la falta de luz en dicho lugar.

-De ninguna manera subiré-Pensé al ver lo frágil que se veían esos escalones, dando un paso hacia atrás. Lo siento Derek, pero ya tomé mi decisión.

-Las damas primero-Trato de indicarme Edgar con un ademan.

-Si claro, en tus sueños-Pensé en vos alta. No quería quedar como una cobarde pero tampoco quería subir.

-Vamos -Insistió con una dulce sonrisa que logro calmar mis nervios.

-Los esperare aquí-Declare desviando mi vista.

- ¿Si ya terminaron de hablar, podrían ayudarme? -Interrumpe Derek bajando por la escalera con una gran caja, de inmediato Edgar fue a ayudarlo. ¿En qué momento subió? ¿Que tendría esa caja?

Todos mis pensamientos se disiparon al igual que el polvo cuando la gran caja cayo frente mío.

-Ay! ¿Que hacen? -Pregunte tosiendo por el polvo.

-Nada, solo me preguntaba si te falta mucho para bajar de tu nube-Ironizo Derek limpiando sus manos polvorientas.

Al agacharme y abrir la caja me encontré con...

-Un vestido? -Lo levante para verlo mejor y estaba en lo correcto. Era un vestido aguamarina, hasta la rodilla y algo gastado. Tenía un pequeño lazo en la cintura, un escote en forma de corazón con dos finas tiras a los lados.

En ese instante Derek se acercó y se agacho a mi altura.

-Ese es el vestido de dama de honor de Mackenzie, no lo encontrábamos por ningún lado. -Comento sin dejar de observarlo.

Antes de poder opinar sobre el atuendo otra caja cayo, para mi suerte me corrí a tiempo de otro modo hubiera caído sobre mi pobre pie.

Mire hacia arriba buscando al culpable encontrándome con la mirada de Edgar.

-Tengo Un Idea-Anuncia Edgar bajando tranquilo las escaleras.

Al bajar lo primero que hace es abrir la misteriosa caja...sacando lo que parece ser atuendos extraños. Lo que más llamó mi atención fue un extraño sombrero rojo con una pluma en él y un atuendo -aparentemente verde- que pude divisar en el fondo.

-Como es que ESO nos ayude? -Pregunta Derek confundido al igual que yo.

-Acaso no tienen imaginación? -Interroga cruzándose de brazos

Al dejarnos sin palabras, continua.

-Vamos a disfrazarnos, los niños aman eso-Explica sacando de la caja lo que parece ser un disfraz verde

No tengo la menor idea de como termine metida en esto. Pero aquí estoy, con un vestido aguamarina de alguien que conocí hoy, sentada en un banco cubierto de papel maché, atada a un mal intento de mástil.

Que puedo decir...No puedo negarme a la dulce sonrisa de Edgar.
Si me hubiera pedido que sea un patético pirata con un improvisado garfio
Soy capaz de hacerlo, pero Derek quiso ocupar ese lugar.

Se estarán preguntando que se supone que soy, pues soy una especie de Wendy, y si, se supone que Edgar es Peter Pan. Para su suerte el encontró un traje completo en una caja, aunque se negó a ponerse las medias, lo cual tiene sentido.

Sin embargo, él es el único de los 3 que no se ve ridículo, es más, me atrevería a decir que se ve bien...Y no lo digo porque sea Perfecto, ni amable, ni asiático, ni irresistible...

¡Sostén la baba Raquel! Es solo un conocido, nada mas

Volviendo a como termine asi...

Derek creyó que deberíamos hacerlo mas divertido para los niños. Estuvimos en silencio hasta que Edgar lo rompió.

-Y si lo convertimos en una carrera de obstáculos. -Mencionó con entusiasmo.

-Que gran idea, pero...¿como haremos para que los niños se interesen en participar?-Cuestiona Derek

-Fácil, hay que ponerles una carnada del otro lado-Responde como si fuera demasiado obvio

-Y donde conseguiremos eso? -Cuestiona nuevamente Derek, pareciera que no le convence la idea. Mientras no esté involucrada en ese absurdo juego, me da igual.

-Creo que conozco a la linda carnada-Se para frente a mi y apoya su mano en mi hombro, mirando con una dulce sonrisa. Al verlo sentí mis mejillas arder.

Oh No, Él me tiene Indefensa...