Usaba reglas para algo tan impredecible como el amor. Buscaba a la indicada, y ese era su error.
Draco actuaba tan diferente, pasó de ser el príncipe con deseos de poder, a un joven mago con deseos de encontrar el amor. Sorpresa para todos. Porque, ¿Qué sabría un Malfoy, ex-mortifago del amor? Posiblemente nada. Pero ahí estaba, con otra chica colgada a su brazo, otra chica que en 29 días no aceleró su corazón y solo le hizo tener sonrisas incómodas. La chica se sentó junto a él en la mesa de Slytherin y nadie dijo nada.
—Draco, ¿Quieres que te de comer? —Preguntó con voz dulce.
—No gracias, ya se comer solo. —Dijo con desinterés.
Y la chica comprendió que el corazón de aquel rubio no le pertenecía, ni siquiera un poco y que nunca lo haría.
Por otro lado, en la mesa de los leones había un chico picando su comida, con la cara apoyada en su mano izquierda. Por un momento Harry pensó que sería buena idea huir de todo aquello, pero no pudo negarse a la petición de la nueva Directora y la insistencia de Hermione por volver a retomar sus estudios.
Pero cada lugar de Hogwarts era un doloroso recuerdo.
Y asi parecía que iba a irse el año, entre búsquedas de un amor o huidas del inevitable dolor que dejan las guerras.
Pensar que este fue uno de los primeros Drarry's que escribí.
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Thirty Days
Fanfiction¿Cómo podría él atrapar al amor? Draco, el Slytherin ex-mortifago, a decidido que la cura más sana y efectiva para todo el dolor que lo alberga es el amor. Pero como esperar a veces no se nos da bien, Draco a decidido tener por novia cada a mes a...
